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viernes, 4 de julio de 2025

El Muro de Sanchez y el Coche de Sombras



—Versos sobre la banda y la mentira—

I
Cuando el voto entrega la vieja corona
sin límite claro ni fiel compromiso,
el poder se yergue, se lava en la lona,
y olvida el contrato con gesto sumiso.

II
Ya no es el programa, ya no es la palabra,
la urna fue cuna de un reino cambiante,
la mentira es ley si el discurso se abra,
y el pacto se vuelve humo vacilante.

III
Nace entonces muro de hielo y de encierro,
aislar al que canta, callar al que nombra,
proteger al trono del juicio sincero
con piedras de sombra y lenguaje de alfombra.

IV
No se busca el bien, ni el pan compartido,
ni el pueblo sentado en justa asamblea,
se busca el sillón como único nido,
la banda vigila, la banda blanquea.

V
El negocio sucio se fragua en la trastienda,
las sombras se sientan al borde del mapa,
la Moncloa es templo, pero también tienda,
y el oro del pueblo se vuelve su capa.

VI
Detrás del telón, un rugido de coche,
cuatro rostros ríen bajo la capucha,
el Peugeot avanza, sin faro de noche,
y el barro del pacto les sirve de ducha.

VII
No hay ley en la ruta que siguen sus ruedas,
ni ética escrita en su plan de motor,
la mentira viste con lucecitas y sedas,
la banda sonríe si llora el honor.

VIII
El muro no calla por miedo al poema,
el pueblo maniatado no puede reaccionar,
la democracia se rinde, autocracia es el emblema.
Y se actúa, se amaña, se folla...
bajo leyes torcidas que invocan moral.

IX
Sánchez el autocrata, es mentira tras mentira,
la banda no es juego, es filo y estafa,
la patria no es cifra ni silla vendida,
la patria es del hombre que sufre y no engaña.

X
Y aquel que gobierna con maña de truco,
que olvida su letra y desoye el mandato,
no merece el voto, merece el barranco
de los que vendieron el trigo barato.

XI
El muro se alza, pero ya se agrieta,
la palabra libre le roe el mandril,
la banda del coche no tiene receta,
el pueblo cuenta con jueces y guardia civil.

XII
Vendrán nuevos soles, vendrán las verdades,
la farsa caerá como cae el telón,
y el coche sin rumbo, sin fiel lealtades,
se hundirá en la ciénaga de su ambición.


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