Los grandes inversores (fondos de inversión, de pensiones, sicav y family office, principalmente) siguen exprimiendo la batalla por la captación de pasivo para rentabilizar al máximo sus vehículos de inversión.
Algunas gestoras de fondos han renovado recientemente importantes volúmenes de pasivo a tipos de interés propios de los momentos de mayor tensión en los mercados, según ha podido saber EXPANSIÓN.
La Caixa, por ejemplo, está renovando imposiciones a plazo fijo con inversores institucionales a tasas del 4% para un plazo de 12 meses. Y, junto al grupo catalán, Citibank figura entre las entidades más generosas en la remuneración de sus depósitos, llegando a abonar este mismo tipo.
Los grandes bancos españoles, Santander y BBVA, son menos agresivos, pero también continúan pagando intereses muy superiores al precio oficial del dinero, actualmente en el 1%. Una gran gestora española señala que hace unos días renovó una importante partida de imposiciones a plazo con BBVA al 3,60% TAE, para un año y con liquidez diaria. Mientras, Santander ofrece hasta un 3,40%, en función del cliente y del montante.
Pero estas tres grandes entidades españolas no son la únicas que defienden su pasivo. Fuentes del mercado, próximas al negocio de la inversión colectiva, aseguran que Banesto y Popular están formulando y renovando depósitos al 3,50% y que, en algunos casos, según la relación que tengan con el inversor, llegan a ofrecer hasta el 3,80% TAE o más. Pero el récord, en este momento, parece corresponder a Bankia, según confirman varios profesionales de la inversión. El grupo financiero que preside Rodrigo Rato remunera el ahorro con un interés de hasta el 4,20%. “Recientemente, en algunos casos, llegaba a dar el 4,5% y el 5%”, explican. La entidad, por su parte, señala que lo máximo que paga es un 3,90%.
En cualquier caso, los gestores que invierten en estos productos para las carteras de sus fondos monetarios o fondepósitos, principalmente, subrayan que “el precio que te abone una entidad depende, en gran medida, de la relación de la gestora con el banco, de posibles acuerdos entre ambas partes y de las condiciones de la negociación”. En este sentido, grandes firmas, con volúmenes elevados pendientes de renovar, tienen mayor poder de negociación que otras con posiciones más reducidas. De hecho, desde una gestora de tamaño discreto reconocen que desde que arrancó el año han notado cómo la remuneración de su ahorro a plazo se ha reducido, situando la media en el entorno del 3%.
Pero, de un modo u otro, es un hecho que los 3% y 4% siguen sobre la mesa. La pregunta que surge es: ¿por qué la banca paga por captar recursos unos tipos de interés tan agresivos cuando puede financiarse en el BCE, desembolsando un escueto 1%?
Algunos expertos consideran que la clave es la necesidad de diversificar las fuentes de financiación. “Esta crisis ha puesto en evidencia que la dependencia a los mercados de capitales no es sana y que es preciso reducirla. De ahí que bancos y cajas luchen por mantener en balance los recursos de sus particulares, una vía de financiación mucho más estable”, explica el portavoz de una entidad. “Es preciso equilibrar activo y pasivo en las cuentas, y que la brecha entre ambas partidas se cubra con cada vez menos financiación mayorista”, añaden.
Por otro lado, fuentes del mercado subrayan que también es una cuestión de imagen. “Las entidades quieren proyectar una imagen lo menos deteriorada posible ante las agencias de ráting. Sin duda, ello contribuye a que traten de ser comedidas en el volumen de préstamos que solicitan al BCE”, puntualiza un experto.
Además, el crédito fácil que ahora ofrece la institución no va a ser eterno, y las entidades deben, en la medida de lo posible, operar de forma independiente. Junto a ello, pesa que los recursos necesarios para lograr financiación del BCE (colaterales) no son ilimitados, y las entidades deben gestionarlos.