En la sombra de engaños escalaste al poder,
Promesas falsas al pueblo hiciste florecer.
La democracia herida, en tus manos se desangra,
La tiranía se alza, la libertad se resquebraja.
Pero la historia es testigo de tu triste sendero,
Dios, que ve todo, es el juez verdadero.
Que pronto se acuerde de los tiranos como tú,
Y libere a la nación de este yugo de esclavitud.
En sombras de engaño, el tirano se alzó,
Con mentiras y artimañas, al poder llegó.
Robó nuestra democracia con astucia y desdén,
Nos llevó hacia la tiranía, un oscuro edén.
Que Dios en su justicia, pronto tome acción.
"San Infarto bendito, del TIRANO libranos,
Librarnos del yugo de esta autocracia,
Que la luz de la verdad disipe esta oscuridad,
Y restaure en nosotros la libertad y la igualdad;"
es la oración.
En la lucha por la justicia, juntos resistiremos,
Con valentía y esperanza, prevaleceremos.
Que los tiranos caigan, que el pueblo recobre voz,
Que retorne la democracia, que triunfe el bien sobre el felón.
En la sombra de la noche, el tirano se alzó,
Con promesas falsas al pueblo engañó.
La democracia, nuestra joya más preciada,
Fue arrebatada, en su mentira enredada.
Pero la esperanza no ha de perecer,
Pues Dios mira desde lo alto, lo ha de ver.
Que pronto, en su justicia y sabiduría,
Libere a la nación de esta autocracia sombría.
En la sombra de engaños, un tirano surgió,
Con promesas falsas al electorado deslumbró.
La democracia herida, la tiranía avanzó,
Mas esperamos que Dios al tirano pronto emplazó.
Que su yugo de autocracia pronto caerá,
Y la libertad y justicia renacerán,
Que los pueblos oprimidos se alzarán,
Y en democracia de nuevo florecerán.
En la sombra de engaños, al poder llegó,
Promesas falsas al pueblo engañó.
Democracia herida, a la tiranía avanzó,
Dios, líbranos pronto de este yugo, del felón.