Juan Manuel Santos – Suárez Márquez nació en Madrid en 1953. Especializado en Derecho y Dirección y Administración de empresas, fue en 1987 cuando se sumergió en el mundo financiero incorporándose a AB Asesores Bursátiles para montar y dirigir la división de particulares, constituyendo las sociedades gestoras de patrimonios y de fondos de inversión y su red de distribución.
Once años después fichó por Merrill Lynch como director general de banca privada para España y Portugal y en 2003 Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, le reclamó para el puesto de Viceconsejero de Modernización, pasando en junio de 2007 a la Viceconsejería de Hacienda. Fue entonces cuando entró en el Consejo de Administración de Avalmadrid, siendo nombrado presidente de dicha sociedad en 2008.
Cuéntenos, en líneas generales, qué es Avalmadrid y qué servicios ofrece a los empresarios.
Somos una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), una figura que cada vez es más conocida. Hay 23 en España y nos dedicamos a facilitar la financiación a PYMES, incluyendo autónomos, mediante la concesión de nuestro aval, que permite que la entidad financiera otorgue crédito. Pero también damos otros avales técnicos, finalistas en sí mismos y que permiten a la empresa realizar una determinada actividad. Lo más típico son los avales para participar en concursos de una administración pública, que no se transforma en crédito.
Avalmadrid nace en 1985. ¿Con qué objetivo nace Avalmadrid?
Todas las SGR nacen con el mismo objetivo y, prácticamente, en el mismo marco temporal. Fue con los 'Pactos de La Moncloa', en 1977. Se pretendía que los empresarios montasen sociedades, las capitalizasen y que gracias a eso pudiesen conceder aval, con lo cual los mismos empresarios que eran socios obtenían una financiación en condiciones ventajosas sobre todo en cuanto al plazo. Entonces había escasez de financiación para las empresas, especialmente a medio y largo plazo. Existían los bancos oficiales, que en esa época ya estaban en una situación precaria y había que sustituirlos. Teníamos los bancos comerciales, que estaban especializados también en financiación a largo plazo pero la situación era igualmente complicada. Había la necesidad de que el sistema financiero español tuviese mecanismos para que, en caso de ser necesario, se pudiese acceder a financiación a medio y largo plazo. Ese mecanismo eran las sociedades de garantía recíproca.
La crisis existente en aquella época era tan importante o más que la de ahora y, después, muchas de estas sociedades entraron en crisis por lo que las Comunidades Autónomas –que eran de muy reciente creación- vieron que eran una herramienta en la que podían participar. Dentro de las escasas posibilidades que tiene una Comunidad Autónoma de hacer política económica, una de ellas es la participación en las SGR. Avalmadrid se constituyó como una iniciativa de empresarios y en 1986 entró la Comunidad de Madrid a formar parte de nuestro organismo.
¿Cómo funciona Avalmadrid? ¿Qué pasos debe seguir una empresa que quiera conseguir su aval?
Funcionamos de una manera muy parecida a un banco pero, a diferencia de una entidad bancaria, que tiene muchos productos, sólo tenemos uno: el riesgo. La empresa que necesita financiación para un determinado proyecto acude a Avalmadrid, nos solicita el aval para obtener financiación y el único 'pero' es que nos tiene que explicar muy bien el proyecto que va a llevar a cabo. Nuestros avales son finalistas y se tiene que justificar a la perfección para qué se necesita la financiación. Y también hemos de conocer el plazo en el que la empresa en cuestión va a ser capaz de generar recursos para devolvernos lo prestado.
Además de la documentación normal de balances, cuentas,... tenemos que saber por qué se necesita el dinero. Esta es nuestra gran diferencia respecto a los bancos. Hay que señalar también que nosotros ayudamos a las empresas en esa labor de justificación para la financiación de los proyectos.
Y no solo para las empresas madrileñas...
Eso es. Si se trata de una empresa que no sea puramente madrileña, pero tiene un centro de negocio en Madrid sí puede acceder a nuestros servicios. Hay que tener en cuenta que nuestros socios protectores son la Cámara de Comercio de Madrid, la Comunidad de Madrid y Caja Madrid. El ámbito de Caja Madrid es muy extenso, pero las dos primeras están circunscritas a la Comunidad de Madrid y, lógicamente, el dinero que invierten tiene que ser para favorecer a las empresas madrileñas. Se dan avales a las empresas madrileñas con independencia de dónde vayan a realizar su proyecto de inversión o a la empresa no madrileña pero que vaya a realizar su proyecto o a ejercer actividades en Madrid. Esas son las normas que nos imponen, con un criterio muy acertado además.
En Avalmadrid existen dos tipos de socios: protectores y partícipes. ¿En qué se diferencian unos de otros?
El partícipe es el cliente; son el origen de las SGR: asociaciones de empresarios que se asociaban para apoyarse mutuamente y tener acceso a avales. Pero como no era suficiente con los socios partícipes para dotar de solvencia a las entidades, se creó la figura de los socios protectores.
Los socios protectores no pueden ser partícipes, simplemente protegen a las empresas dotando de un capital adicional para que la sociedad tenga la solvencia necesaria según las normas existentes, que son comunes para todas las entidades financieras. Nosotros tenemos las mismas normas que un banco, nos afectan los acuerdos de Basilea y estamos bajo la supervisión del Banco de España, por lo que tenemos una alta exigencia de solvencia. Es el socio protector el que refuerza nuestra solvencia.
Para financiar proyectos empresariales, una entidad primero debe tener liquidez. ¿Cómo se financia Avalmadrid?
Nosotros no financiamos. El que tiene que tener liquidez es el banco o la caja de ahorros, porque es quien dota finalmente de la financiación. Nuestra actividad es accesoria a la de la entidad bancaria. Lo que nosotros necesitamos es solvencia, no liquidez. Tenemos unos recursos propios importantes, que son necesarios para nuestra propia cuenta de resultados.
Ustedes mantienen convenios de colaboración con 41 establecimientos de crédito. ¿En qué consisten?
Son acuerdos con bancos y cajas de ahorros, consistentes en que esa entidad de crédito acepta las operaciones que tengan el aval de Avalmadrid, que se transforman en un crédito con unas condiciones determinadas, que suele ser Euribor más un determinado diferencial bajo. En eso consiste el convenio: en que van a aceptar las operaciones que les lleguen con el aval de Avalmadrid, con unas condiciones perfiladas de antemano.
¿Y qué nos dice de los que mantienen con 60 asociaciones empresariales?
Pretendemos darnos a conocer. La asociación empresarial es, por así decirlo, un buen escaparate. Avalmadrid es una SGR y la gente no sabe lo que es una SGR, no tenemos oficinas en la calle como un banco,... hemos de buscar herramientas para darnos a conocer. Una asociación empresarial es una herramienta muy buena, pero también nosotros somos un elemento válido para la propia sociedad empresarial. Existimos para dotar de soluciones a sus asociados.
Se trata de acuerdos beneficiosos para las dos partes: nosotros conseguimos que los asociados nos conozcan y la asociación que sus socios tengan una posibilidad de financiación. Organizamos actos con ellos y son un elemento muy importante en el marketing de Avalmadrid.
¿Son acuerdos abiertos a todos los sectores?
Sí, pero no nos gustan los convenios vacíos. Queremos que tengan contenido, que tanto nosotros como las asociaciones tengamos interlocutores recíprocos, que haya personas encargadas de supervisarlos, que se diseñen planes de trabajo,... es decir, que los convenios tengan vida para, precisamente, dotarnos de esa visibilidad que precisamos.
2010 fue un mal año para la economía española. ¿Qué balance hace?
No puede decirse que fuese un buen año para Avalmadrid, porque fue malo para la economía y para nuestros clientes. Sí es cierto que batimos récords de actividad y que hemos cubierto las expectativas de nuestros socios y clientes. Tenemos que hacer más actividad porque los empresarios necesitan de Avalmadrid.
No fue un año bueno en términos de morosidad y eso supone siempre tensión. Tengan en cuenta que una situación de crisis, para una SGR cuyo principal cometido es asumir riesgos... es difícil.
Desde 2008 han aprobado avales por valor de 900 millones de euros. Es obvio que las empresas tienen una mayor necesidad de crédito a causa de la crisis y que las entidades financieras no lo están otorgando.
Desde luego. Cuando los bancos daban el dinero a manos llenas, con unos diferenciales ridículos, el papel de una SGR era mucho más limitado: no se necesitaba de nosotras porque significaba acumular gasto mientras el banco te financiaba directamente. Cuando los bancos cierran el grifo el papel de una SGR es decisivo.
Sin resultados económicos no hay financiación, y sin financiación es imposible innovar o internacionalizarse. Es un círculo vicioso.
Sí, y desgraciadamente en las crisis se crean muchos círculos viciosos. También hay otro que es más importante y casi definitivo: bajan las ventas, se tarda más en cobrar de los clientes, eso crea tensiones en mi balance y cuenta de resultados y se necesita más financiación. Hay una crisis financiera pero también una crisis real: la demanda ha bajado. Hay que tratar romper estos círculos y nosotros intentamos abrir las puertas de una financiación que está muy cerrada. Una SGR puede aportar su granito de arena para que las empresas que han sido históricamente solventes no se vayan al hoyo definitivamente, sino que puedan respirar.
¿Las empresas de alto riesgo tienen más dificultades para acceder a sus servicios?
Evidentemente, porque no son empresas consolidadas. Aun así, financiamos algunos proyectos a los emprendedores.
Recientemente comentó que los dos primeros meses de 2011 serían claves para salir de la crisis. ¿Qué valoración hace?
Fue en noviembre cuando hice estas declaraciones, y entonces la prima de riesgo de España estaba aumentando de manera vertiginosa. Se llegaron a 300 puntos básicos de diferencia con respecto a Alemania. Iban a ser meses decisivos, bien porque España iba a ser intervenida o porque se iba a regular el mercado de deuda pública. En este momento la situación ha cambiado, puesto que nuestra prima de riesgo ha bajado ya a los 200 puntos y hay cierta tranquilidad. Pero aún falta tiempo, aunque las expectativas me hacen pensar que vamos por el buen camino.
¿Cuáles son los principales productos que ofrece Avalmadrid?
Nuestro producto más emblemático son las llamadas líneas financieras bonificadas. Básicamente son bonificadas por la Comunidad de Madrid, que quiere favorecer determinadas actuaciones inversoras de las empresas madrileñas. De esta manera, el coste financiero de una inversión de estas características puede ser muy próximo a cero. También avalamos al pequeño comercio, a la hostelería, la innovación tecnológica en general de las empresas, la renovación de la maquinaria industrial para tener empresas más competitivas, la internacionalización, ... estas son, básicamente, las líneas financieras bonificadas.
Al principio de la crisis, en 2008, nos dimos cuenta de que la demanda por inversión había bajado y de que las empresas necesitaban circulante para sobrevivir. Entonces decidimos introducir un producto de liquidez. Esto lo hemos hecho marginalmente durante la historia de Avalmadrid, pero entonces se necesitaba de una manera más contundente. Entonces sacamos el Plan Impulsa, que fue y sigue siendo un éxito. Todos los días estudiamos operaciones.
También tenemos productos nuevos que hemos sacado con gran fe y tienen que ver con el circulante, como es la financiación de la exportación. La internacionalización de la empresa madrileña es muy importante, pero es muy difícil que una pequeña empresa se internacionalice. Es importante que la economía madrileña sea mucho más internacional en el sentido de que tenemos que ser conscientes de que hay más mercados que el español. Hay que financiar la exportación porque serán los exportadores, como siempre, los que nos saquen de la crisis. Recientemente hemos sacado cuatro líneas de exportación con Caja Madrid, La Caixa, Banesto y Deutsche Bank. Así favorecemos que el exportador madrileño no deje de exportar por falta de financiación. Y se les financia antes y después de haber exportado, para que lo sigan haciendo.
¿Cree que las empresas son conscientes de que la exportación nos va a sacar de la crisis?
La empresa ha de pensar que nuestro mercado es limitado, se ha hecho más pequeño y más cerrado porque la gente consume cada vez menos,... pero hay otros mercados que están muy abiertos y consumen cada vez más. La crisis económica es cada vez más local, más limitada a España, Portugal y las economías periféricas de la Unión Europea. Pero Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Austria, Suecia, Brasil, Chile, Colombia, India, China,... ahí no se puede hablar de crisis. 2010 se recordará como el año en el que el mundo salió de la crisis y, por lo tanto, hay mercados cada vez más abiertos.
El empresario español debe ver que el nuestro es un mercado cada vez más pequeño y que ha de abrir nuevos mercados, no solo por motivos coyunturales sino para introducirse en ellos, como parte de su estrategia empresarial. Hay posibilidades de exportar y de financiación, y entidades públicas y privadas que ayudan a la exportación. El Gobierno ha sacado líneas especiales, también el ICEX, el Instituto de Crédito Oficial,... y también estamos entidades como Avalmadrid con nuestros productos específicos. Pensamos que, en los mercados internacionales, hay oportunidades de negocio.
De alguna manera sus socios también impulsan la iniciativa de que ustedes saquen productos para internacionalización.
Ya lo creo. Es la razón de ser, por ejemplo, de la Cámara de Comercio de Madrid: la apertura de la empresa madrileña hacia el exterior, mediante misiones comerciales, cursos, jornadas formativas,... La Comunidad de Madrid, mediante la creación de PromoMadrid, también trata de canalizar la inversión de empresas extranjeras en Madrid y la internacionalización de la empresa madrileña.
Muchas veces las empresas parecen tener miedo a recurrir a la Administración, bien sea por desconocimiento, porque creen que se enfrentarán a una excesiva burocracia o porque no van a encontrar apoyo.
No somos Administración. Avalmadrid es una empresa privada, aunque tiene parte de capital público. Nos gusta ser lo más ágiles posible. Estamos introduciéndonos en el campo de la exportación, que era desconocido para nosotros. El empresario debe tener la mente lo suficientemente abierta para la exportación y también para la innovación, que muchas veces es algo muy sencillo de realizar.
Háblenos de las líneas de financiación para los emprendedores.
Un producto de emprendimiento es, por lógica, de alto riesgo. La morosidad en estos proyectos es mucho más alta que en las empresas ya constituidas y que llevan un tiempo funcionando. Y esta morosidad es mucho más elevada, por ejemplo, en proyectos emprendedores para inmigrantes. Tradicionalmente hemos sacado productos impulsores del emprendimiento gracias a que teníamos apoyo de la Comunidad de Madrid, que nos puso recursos propios que nos permitían afrontar una morosidad más alta. Entonces sacamos productos para emprendedores sabiendo que nuestra morosidad iba a ser más alta y el coste mucho más elevado. Así lo hicimos, convirtiéndonos en unos especialistas en emprendimiento.
La financiación de un emprendedor tiene que estar muy centrada en los resultados. Sería ideal que el sistema financiero español tuviese muchos más mecanismos de capital riesgo y de capital desarrollo. Financiar con recursos ajenos siempre es muy complicado, porque si el negocio va bien la rentabilidad va a ser muy alta y va a quedársela el socio, pero si va mal las pérdidas van a ser completas. Si el negocio va mal, Avalmadrid tiene que cubrir el 100% y, si va bien, sólo nos llevamos el 2% de nuestra comisión anual. Una sociedad como Avalmadrid, siempre que tenga el apoyo de entidades políticas como por ejemplo la Comunidad de Madrid, y solo cubra una parte del riesgo siempre se lanzaría a financiar proyectos de emprendimiento. Pero lo ortodoxo, desde el punto de vista financiero, es que todo se plantee de una manera correcta: que haya un socio que vaya a las duras y a las maduras y no sólo a las duras como es el caso de Avalmadrid.
Al igual que Avalmadrid se apoya en las entidades financieras para llevar a cabo su labor, estas también obtienen un beneficio.
Efectivamente. Cambia el riesgo del cliente por el riesgo de Avalmadrid. Esto tiene unos beneficios enormes para la entidad financiera, que prácticamente no tiene que dotar de provisiones, ni preocuparse de la morosidad porque, cuando hay un impagado, somos nosotros los que respondemos. Las entidades financieras, cuando asumen un riesgo con un cliente, han de tener unos recursos propios que respalden dicha operación arriesgada. Normalmente es el 8%, que nosotros también tenemos que tener de cada operación de aval que otorgamos.
Si la operación cuenta con el aval de Avalmadrid, los recursos propios que necesita la entidad de crédito bajan a la mitad. Teniendo en cuenta la situación económica actual, las entidades pueden otorgar muchos más créditos si tienen la garantía de una SGR como Avalmadrid. Gracias a nosotros las entidades de crédito pueden multiplicar su actividad.
¿Considera que Avalmadrid puede suponer una gran oportunidad para las empresas que estén buscando el tan necesario circulante?
De hecho ya somos una oportunidad. Hay un elemento que no se valora lo suficiente: la calidad de la operación de crédito cuando existe el aval de Avalmadrid. Es evidente que las empresas pueden necesitar financiación muy puntual y muy a corto plazo, pero la mayoría de ellas la necesitan a largo plazo. Y siempre deben tener un margen de maniobra. Una SGR no solo abre la puerta de la financiación, sino que esta financiación es de más calidad.
Además de ofrecer crédito también asesoran la creación de proyectos empresariales. ¿En qué criterios se basan?
No tenemos una división de asesoramiento, pero analizamos cada operación y opinamos sobre si la estructura financiera en que se apoya ese determinado proyecto es o no viable. Este asesoramiento va incluido en el análisis de la operación. El cliente, de esta manera, se encuentra con un gestor experto que está apoyado por nuestro Departamento de Análisis de Riesgos. El gestor transmite al cliente ideas sobre la bondad del proyecto de financiación del proyecto empresarial. Simplemente vemos si el proyecto está o no bien financiado.
¿Cuáles son los objetivos de Avalmadrid en un futuro a corto y medio plazo?
Seguir como hasta ahora, siendo capaces de innovar y sacar productos nuevos que sean necesarios para el empresario y seguir en esta línea. Vamos a dar mucha fuerza e impulso a nuestro producto de exportación, sacaremos nuevas líneas bonificadas y seguiremos estando al día de lo que el empresario necesita de verdad.
Qué es una Sociedad de Garantía Recíproca, SGR
Las Sociedades de Garantía Recíproca son entidades financieras cuyo principal objetivo reside en facilitar el acceso al crédito de las pymes y mejorar sus condiciones de financiación, a través de la prestación de avales ante bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito, administraciones públicas, clientes y proveedores. Habitualmente las SGR operan en un ámbito geográfico concreto, pero también las hay sectoriales.
Once años después fichó por Merrill Lynch como director general de banca privada para España y Portugal y en 2003 Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, le reclamó para el puesto de Viceconsejero de Modernización, pasando en junio de 2007 a la Viceconsejería de Hacienda. Fue entonces cuando entró en el Consejo de Administración de Avalmadrid, siendo nombrado presidente de dicha sociedad en 2008.
Cuéntenos, en líneas generales, qué es Avalmadrid y qué servicios ofrece a los empresarios.
Somos una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), una figura que cada vez es más conocida. Hay 23 en España y nos dedicamos a facilitar la financiación a PYMES, incluyendo autónomos, mediante la concesión de nuestro aval, que permite que la entidad financiera otorgue crédito. Pero también damos otros avales técnicos, finalistas en sí mismos y que permiten a la empresa realizar una determinada actividad. Lo más típico son los avales para participar en concursos de una administración pública, que no se transforma en crédito.
Avalmadrid nace en 1985. ¿Con qué objetivo nace Avalmadrid?
Todas las SGR nacen con el mismo objetivo y, prácticamente, en el mismo marco temporal. Fue con los 'Pactos de La Moncloa', en 1977. Se pretendía que los empresarios montasen sociedades, las capitalizasen y que gracias a eso pudiesen conceder aval, con lo cual los mismos empresarios que eran socios obtenían una financiación en condiciones ventajosas sobre todo en cuanto al plazo. Entonces había escasez de financiación para las empresas, especialmente a medio y largo plazo. Existían los bancos oficiales, que en esa época ya estaban en una situación precaria y había que sustituirlos. Teníamos los bancos comerciales, que estaban especializados también en financiación a largo plazo pero la situación era igualmente complicada. Había la necesidad de que el sistema financiero español tuviese mecanismos para que, en caso de ser necesario, se pudiese acceder a financiación a medio y largo plazo. Ese mecanismo eran las sociedades de garantía recíproca.
La crisis existente en aquella época era tan importante o más que la de ahora y, después, muchas de estas sociedades entraron en crisis por lo que las Comunidades Autónomas –que eran de muy reciente creación- vieron que eran una herramienta en la que podían participar. Dentro de las escasas posibilidades que tiene una Comunidad Autónoma de hacer política económica, una de ellas es la participación en las SGR. Avalmadrid se constituyó como una iniciativa de empresarios y en 1986 entró la Comunidad de Madrid a formar parte de nuestro organismo.
¿Cómo funciona Avalmadrid? ¿Qué pasos debe seguir una empresa que quiera conseguir su aval?
Funcionamos de una manera muy parecida a un banco pero, a diferencia de una entidad bancaria, que tiene muchos productos, sólo tenemos uno: el riesgo. La empresa que necesita financiación para un determinado proyecto acude a Avalmadrid, nos solicita el aval para obtener financiación y el único 'pero' es que nos tiene que explicar muy bien el proyecto que va a llevar a cabo. Nuestros avales son finalistas y se tiene que justificar a la perfección para qué se necesita la financiación. Y también hemos de conocer el plazo en el que la empresa en cuestión va a ser capaz de generar recursos para devolvernos lo prestado.
Además de la documentación normal de balances, cuentas,... tenemos que saber por qué se necesita el dinero. Esta es nuestra gran diferencia respecto a los bancos. Hay que señalar también que nosotros ayudamos a las empresas en esa labor de justificación para la financiación de los proyectos.
Y no solo para las empresas madrileñas...
Eso es. Si se trata de una empresa que no sea puramente madrileña, pero tiene un centro de negocio en Madrid sí puede acceder a nuestros servicios. Hay que tener en cuenta que nuestros socios protectores son la Cámara de Comercio de Madrid, la Comunidad de Madrid y Caja Madrid. El ámbito de Caja Madrid es muy extenso, pero las dos primeras están circunscritas a la Comunidad de Madrid y, lógicamente, el dinero que invierten tiene que ser para favorecer a las empresas madrileñas. Se dan avales a las empresas madrileñas con independencia de dónde vayan a realizar su proyecto de inversión o a la empresa no madrileña pero que vaya a realizar su proyecto o a ejercer actividades en Madrid. Esas son las normas que nos imponen, con un criterio muy acertado además.
En Avalmadrid existen dos tipos de socios: protectores y partícipes. ¿En qué se diferencian unos de otros?
El partícipe es el cliente; son el origen de las SGR: asociaciones de empresarios que se asociaban para apoyarse mutuamente y tener acceso a avales. Pero como no era suficiente con los socios partícipes para dotar de solvencia a las entidades, se creó la figura de los socios protectores.
Los socios protectores no pueden ser partícipes, simplemente protegen a las empresas dotando de un capital adicional para que la sociedad tenga la solvencia necesaria según las normas existentes, que son comunes para todas las entidades financieras. Nosotros tenemos las mismas normas que un banco, nos afectan los acuerdos de Basilea y estamos bajo la supervisión del Banco de España, por lo que tenemos una alta exigencia de solvencia. Es el socio protector el que refuerza nuestra solvencia.
Para financiar proyectos empresariales, una entidad primero debe tener liquidez. ¿Cómo se financia Avalmadrid?
Nosotros no financiamos. El que tiene que tener liquidez es el banco o la caja de ahorros, porque es quien dota finalmente de la financiación. Nuestra actividad es accesoria a la de la entidad bancaria. Lo que nosotros necesitamos es solvencia, no liquidez. Tenemos unos recursos propios importantes, que son necesarios para nuestra propia cuenta de resultados.
Ustedes mantienen convenios de colaboración con 41 establecimientos de crédito. ¿En qué consisten?
Son acuerdos con bancos y cajas de ahorros, consistentes en que esa entidad de crédito acepta las operaciones que tengan el aval de Avalmadrid, que se transforman en un crédito con unas condiciones determinadas, que suele ser Euribor más un determinado diferencial bajo. En eso consiste el convenio: en que van a aceptar las operaciones que les lleguen con el aval de Avalmadrid, con unas condiciones perfiladas de antemano.
¿Y qué nos dice de los que mantienen con 60 asociaciones empresariales?
Pretendemos darnos a conocer. La asociación empresarial es, por así decirlo, un buen escaparate. Avalmadrid es una SGR y la gente no sabe lo que es una SGR, no tenemos oficinas en la calle como un banco,... hemos de buscar herramientas para darnos a conocer. Una asociación empresarial es una herramienta muy buena, pero también nosotros somos un elemento válido para la propia sociedad empresarial. Existimos para dotar de soluciones a sus asociados.
Se trata de acuerdos beneficiosos para las dos partes: nosotros conseguimos que los asociados nos conozcan y la asociación que sus socios tengan una posibilidad de financiación. Organizamos actos con ellos y son un elemento muy importante en el marketing de Avalmadrid.
¿Son acuerdos abiertos a todos los sectores?
Sí, pero no nos gustan los convenios vacíos. Queremos que tengan contenido, que tanto nosotros como las asociaciones tengamos interlocutores recíprocos, que haya personas encargadas de supervisarlos, que se diseñen planes de trabajo,... es decir, que los convenios tengan vida para, precisamente, dotarnos de esa visibilidad que precisamos.
2010 fue un mal año para la economía española. ¿Qué balance hace?
No puede decirse que fuese un buen año para Avalmadrid, porque fue malo para la economía y para nuestros clientes. Sí es cierto que batimos récords de actividad y que hemos cubierto las expectativas de nuestros socios y clientes. Tenemos que hacer más actividad porque los empresarios necesitan de Avalmadrid.
No fue un año bueno en términos de morosidad y eso supone siempre tensión. Tengan en cuenta que una situación de crisis, para una SGR cuyo principal cometido es asumir riesgos... es difícil.
Desde 2008 han aprobado avales por valor de 900 millones de euros. Es obvio que las empresas tienen una mayor necesidad de crédito a causa de la crisis y que las entidades financieras no lo están otorgando.
Desde luego. Cuando los bancos daban el dinero a manos llenas, con unos diferenciales ridículos, el papel de una SGR era mucho más limitado: no se necesitaba de nosotras porque significaba acumular gasto mientras el banco te financiaba directamente. Cuando los bancos cierran el grifo el papel de una SGR es decisivo.
Sin resultados económicos no hay financiación, y sin financiación es imposible innovar o internacionalizarse. Es un círculo vicioso.
Sí, y desgraciadamente en las crisis se crean muchos círculos viciosos. También hay otro que es más importante y casi definitivo: bajan las ventas, se tarda más en cobrar de los clientes, eso crea tensiones en mi balance y cuenta de resultados y se necesita más financiación. Hay una crisis financiera pero también una crisis real: la demanda ha bajado. Hay que tratar romper estos círculos y nosotros intentamos abrir las puertas de una financiación que está muy cerrada. Una SGR puede aportar su granito de arena para que las empresas que han sido históricamente solventes no se vayan al hoyo definitivamente, sino que puedan respirar.
¿Las empresas de alto riesgo tienen más dificultades para acceder a sus servicios?
Evidentemente, porque no son empresas consolidadas. Aun así, financiamos algunos proyectos a los emprendedores.
Recientemente comentó que los dos primeros meses de 2011 serían claves para salir de la crisis. ¿Qué valoración hace?
Fue en noviembre cuando hice estas declaraciones, y entonces la prima de riesgo de España estaba aumentando de manera vertiginosa. Se llegaron a 300 puntos básicos de diferencia con respecto a Alemania. Iban a ser meses decisivos, bien porque España iba a ser intervenida o porque se iba a regular el mercado de deuda pública. En este momento la situación ha cambiado, puesto que nuestra prima de riesgo ha bajado ya a los 200 puntos y hay cierta tranquilidad. Pero aún falta tiempo, aunque las expectativas me hacen pensar que vamos por el buen camino.
¿Cuáles son los principales productos que ofrece Avalmadrid?
Nuestro producto más emblemático son las llamadas líneas financieras bonificadas. Básicamente son bonificadas por la Comunidad de Madrid, que quiere favorecer determinadas actuaciones inversoras de las empresas madrileñas. De esta manera, el coste financiero de una inversión de estas características puede ser muy próximo a cero. También avalamos al pequeño comercio, a la hostelería, la innovación tecnológica en general de las empresas, la renovación de la maquinaria industrial para tener empresas más competitivas, la internacionalización, ... estas son, básicamente, las líneas financieras bonificadas.
Al principio de la crisis, en 2008, nos dimos cuenta de que la demanda por inversión había bajado y de que las empresas necesitaban circulante para sobrevivir. Entonces decidimos introducir un producto de liquidez. Esto lo hemos hecho marginalmente durante la historia de Avalmadrid, pero entonces se necesitaba de una manera más contundente. Entonces sacamos el Plan Impulsa, que fue y sigue siendo un éxito. Todos los días estudiamos operaciones.
También tenemos productos nuevos que hemos sacado con gran fe y tienen que ver con el circulante, como es la financiación de la exportación. La internacionalización de la empresa madrileña es muy importante, pero es muy difícil que una pequeña empresa se internacionalice. Es importante que la economía madrileña sea mucho más internacional en el sentido de que tenemos que ser conscientes de que hay más mercados que el español. Hay que financiar la exportación porque serán los exportadores, como siempre, los que nos saquen de la crisis. Recientemente hemos sacado cuatro líneas de exportación con Caja Madrid, La Caixa, Banesto y Deutsche Bank. Así favorecemos que el exportador madrileño no deje de exportar por falta de financiación. Y se les financia antes y después de haber exportado, para que lo sigan haciendo.
¿Cree que las empresas son conscientes de que la exportación nos va a sacar de la crisis?
La empresa ha de pensar que nuestro mercado es limitado, se ha hecho más pequeño y más cerrado porque la gente consume cada vez menos,... pero hay otros mercados que están muy abiertos y consumen cada vez más. La crisis económica es cada vez más local, más limitada a España, Portugal y las economías periféricas de la Unión Europea. Pero Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Austria, Suecia, Brasil, Chile, Colombia, India, China,... ahí no se puede hablar de crisis. 2010 se recordará como el año en el que el mundo salió de la crisis y, por lo tanto, hay mercados cada vez más abiertos.
El empresario español debe ver que el nuestro es un mercado cada vez más pequeño y que ha de abrir nuevos mercados, no solo por motivos coyunturales sino para introducirse en ellos, como parte de su estrategia empresarial. Hay posibilidades de exportar y de financiación, y entidades públicas y privadas que ayudan a la exportación. El Gobierno ha sacado líneas especiales, también el ICEX, el Instituto de Crédito Oficial,... y también estamos entidades como Avalmadrid con nuestros productos específicos. Pensamos que, en los mercados internacionales, hay oportunidades de negocio.
De alguna manera sus socios también impulsan la iniciativa de que ustedes saquen productos para internacionalización.
Ya lo creo. Es la razón de ser, por ejemplo, de la Cámara de Comercio de Madrid: la apertura de la empresa madrileña hacia el exterior, mediante misiones comerciales, cursos, jornadas formativas,... La Comunidad de Madrid, mediante la creación de PromoMadrid, también trata de canalizar la inversión de empresas extranjeras en Madrid y la internacionalización de la empresa madrileña.
Muchas veces las empresas parecen tener miedo a recurrir a la Administración, bien sea por desconocimiento, porque creen que se enfrentarán a una excesiva burocracia o porque no van a encontrar apoyo.
No somos Administración. Avalmadrid es una empresa privada, aunque tiene parte de capital público. Nos gusta ser lo más ágiles posible. Estamos introduciéndonos en el campo de la exportación, que era desconocido para nosotros. El empresario debe tener la mente lo suficientemente abierta para la exportación y también para la innovación, que muchas veces es algo muy sencillo de realizar.
Háblenos de las líneas de financiación para los emprendedores.
Un producto de emprendimiento es, por lógica, de alto riesgo. La morosidad en estos proyectos es mucho más alta que en las empresas ya constituidas y que llevan un tiempo funcionando. Y esta morosidad es mucho más elevada, por ejemplo, en proyectos emprendedores para inmigrantes. Tradicionalmente hemos sacado productos impulsores del emprendimiento gracias a que teníamos apoyo de la Comunidad de Madrid, que nos puso recursos propios que nos permitían afrontar una morosidad más alta. Entonces sacamos productos para emprendedores sabiendo que nuestra morosidad iba a ser más alta y el coste mucho más elevado. Así lo hicimos, convirtiéndonos en unos especialistas en emprendimiento.
La financiación de un emprendedor tiene que estar muy centrada en los resultados. Sería ideal que el sistema financiero español tuviese muchos más mecanismos de capital riesgo y de capital desarrollo. Financiar con recursos ajenos siempre es muy complicado, porque si el negocio va bien la rentabilidad va a ser muy alta y va a quedársela el socio, pero si va mal las pérdidas van a ser completas. Si el negocio va mal, Avalmadrid tiene que cubrir el 100% y, si va bien, sólo nos llevamos el 2% de nuestra comisión anual. Una sociedad como Avalmadrid, siempre que tenga el apoyo de entidades políticas como por ejemplo la Comunidad de Madrid, y solo cubra una parte del riesgo siempre se lanzaría a financiar proyectos de emprendimiento. Pero lo ortodoxo, desde el punto de vista financiero, es que todo se plantee de una manera correcta: que haya un socio que vaya a las duras y a las maduras y no sólo a las duras como es el caso de Avalmadrid.
Al igual que Avalmadrid se apoya en las entidades financieras para llevar a cabo su labor, estas también obtienen un beneficio.
Efectivamente. Cambia el riesgo del cliente por el riesgo de Avalmadrid. Esto tiene unos beneficios enormes para la entidad financiera, que prácticamente no tiene que dotar de provisiones, ni preocuparse de la morosidad porque, cuando hay un impagado, somos nosotros los que respondemos. Las entidades financieras, cuando asumen un riesgo con un cliente, han de tener unos recursos propios que respalden dicha operación arriesgada. Normalmente es el 8%, que nosotros también tenemos que tener de cada operación de aval que otorgamos.
Si la operación cuenta con el aval de Avalmadrid, los recursos propios que necesita la entidad de crédito bajan a la mitad. Teniendo en cuenta la situación económica actual, las entidades pueden otorgar muchos más créditos si tienen la garantía de una SGR como Avalmadrid. Gracias a nosotros las entidades de crédito pueden multiplicar su actividad.
¿Considera que Avalmadrid puede suponer una gran oportunidad para las empresas que estén buscando el tan necesario circulante?
De hecho ya somos una oportunidad. Hay un elemento que no se valora lo suficiente: la calidad de la operación de crédito cuando existe el aval de Avalmadrid. Es evidente que las empresas pueden necesitar financiación muy puntual y muy a corto plazo, pero la mayoría de ellas la necesitan a largo plazo. Y siempre deben tener un margen de maniobra. Una SGR no solo abre la puerta de la financiación, sino que esta financiación es de más calidad.
Además de ofrecer crédito también asesoran la creación de proyectos empresariales. ¿En qué criterios se basan?
No tenemos una división de asesoramiento, pero analizamos cada operación y opinamos sobre si la estructura financiera en que se apoya ese determinado proyecto es o no viable. Este asesoramiento va incluido en el análisis de la operación. El cliente, de esta manera, se encuentra con un gestor experto que está apoyado por nuestro Departamento de Análisis de Riesgos. El gestor transmite al cliente ideas sobre la bondad del proyecto de financiación del proyecto empresarial. Simplemente vemos si el proyecto está o no bien financiado.
¿Cuáles son los objetivos de Avalmadrid en un futuro a corto y medio plazo?
Seguir como hasta ahora, siendo capaces de innovar y sacar productos nuevos que sean necesarios para el empresario y seguir en esta línea. Vamos a dar mucha fuerza e impulso a nuestro producto de exportación, sacaremos nuevas líneas bonificadas y seguiremos estando al día de lo que el empresario necesita de verdad.
Qué es una Sociedad de Garantía Recíproca, SGR
Las Sociedades de Garantía Recíproca son entidades financieras cuyo principal objetivo reside en facilitar el acceso al crédito de las pymes y mejorar sus condiciones de financiación, a través de la prestación de avales ante bancos, cajas de ahorros, cooperativas de crédito, administraciones públicas, clientes y proveedores. Habitualmente las SGR operan en un ámbito geográfico concreto, pero también las hay sectoriales.
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