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lunes, 27 de junio de 2011

La Caixa. Junio 2011. Coyuntura española


Informe Mensual, núm 347 - Junio 2011
Coyuntura española - Actividad económica


Coyuntura española ( 295,47 KB )

El PIB de España avanza más de lo previsto, aunque en parte impulsado

 por el gasto público

El PIB crece el 0,3% intertrimestral en el periodo de enero a marzo de 2011.Los datos de la contabilidad nacional para el primer trimestre
de 2011 muestran que la actividad económica continuó su
suave senda de recuperación. Así, el producto interior bruto
(PIB) creció el 0,3% en el primer trimestre de 2011, situando
la tasa de avance interanual en el 0,8%, dos décimas por
encima de la cifra registrada el trimestre anterior.
Este incremento del PIB fue mejor de lo previsto gracias,
parcialmente, al aumento del gasto público, del 1,4% en
el trimestre, que superó ampliamente nuestras
expectativas. En cambio, los datos referentes al consumo
de los hogares y a la inversión en bienes de equipo
mostraron un total estancamiento. La debilidad del consumo
de las familias ya era en parte palpable vista la evolución
de las ventas minoristas, que en el mes de marzo volvieron
a caer, situando la tasa de variación interanual en el -8,7%.
Por lo que respecta a la inversión en construcción, esta
continuó retrocediendo, aunque a un ritmo menor. En su
conjunto, por tanto, la contribución de la demanda interna al
crecimiento interanual acabó siendo negativa, restándole
seis décimas. Ello significa que, tal y como se esperaba,
el sector exterior fue el motor de crecimiento del PIB en el
primer trimestre del año.
El consumo público aumenta mientras el privado se mantiene estancado.Cabe señalar, no obstante, el papel dispar de las expor-
taciones entre bienes y servicios. Mientras las ventas al
exterior de bienes aumentaron muy significativamente, la
partida de servicios retrocedió, a pesar del buen comporta-
miento del turismo. Ello indica que las exportaciones de
servicios no turísticos cayeron sustancialmente. El creci-
miento importante de las exportaciones de bienes coincide
con la mejora de la producción industrial de los bienes
intermedios y de equipo, más proclives al mercado
exterior, observada durante los tres primeros meses de
2011. Por el contrario, los datos muestran una caída significativa de la producción industrial de los bienes de
consumo, especialmente los duraderos.
Se espera que la recuperación pierda fuelle en el segundo trimestre.Vista la evolución de los distintos elementos del PIB de
enero a marzo y los indicadores disponibles, las
perspectivas son que la reactivación de la economía se
 desacelere un poco  en el segundo trimestre. En primer
lugar, las presiones sobre el consumo de las familias
siguen siendo importantes, tal y como queda reflejado
en la errática recuperación del índice de confianza del consumidor, que ha mantenido una
tendencia muy plana los últimos trimestres. En este
sentido,
la prolongación de las presiones inflacionistas seguirá
impidiendo la recuperación de la renta disponible. Asimismo,
es probable que haya una subida gradual de los tipos de
interés. La pobre evolución de la ocupación tampoco ayuda.
En el primer trimestre, esta cayó un 1,4% interanual en
términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo
completo. No obstante, se espera que en el segundo
y tercer trimestres haya un respiro en el mercado de trabajo.
Por lo tanto, de la lectura de todas estas variables se
desprende que el consumo progresará el próximo trimestre,
pero muy lentamente.
El consumo público probablemente se desacelerará en los próximos meses.En segundo lugar, el aumento del gasto público del primer
trimestre difícilmente se repetirá en lo que queda del año,
dado el firme compromiso del Gobierno de reducir el déficit,
reflejado en la Actualización del Programa de Estabilidad
del periodo 2011-2014 de finales de abril. Ciertamente,
la rebaja del déficit a lo largo del ejercicio de 2010 significó
un retroceso del consumo público del 0,7% anual. Así
pues, el cumplimiento del objetivo de reducción del déficit
para este año implicará que el gasto público probablemente
tenga importantes retrocesos en los próximos trimestres.
El limitado avance del gasto de las familias y la débil
evolución del gasto público no reabrirán el apoyo de
la inversión. Concretamente, el mejor comportamiento
de la inversión destinada a la producción de bienes será
insuficiente para contrarrestar el retroceso de la inver-
sión en construcción. Con todo, el conjunto de indicadores
apunta a que el sector de la construcción desacelerará
su ritmo de caída, como denota la leve mejoría de la
confianza en la construcción del mes de abril.
El saldo neto exterior contribuirá positivamente al crecimiento del PIB en 2011.En definitiva, dada la pobre evolución que se espera
de los principales componentes de la demanda interna,
la capacidad de recuperación estará a expensas del
sector exterior. En este sentido, el hecho de que los
países no periféricos de Europa hayan experimentado
tasas de crecimiento elevadas en el primer trimestre
mejora las perspectivas para las ventas al exterior y el
volumen de turistas de los próximos meses. De este
modo, las exportaciones deberían proseguir su tendencia
positiva. Por su parte, las importaciones también deberían incrementarse, pero de forma más moderada, por lo que
el saldo neto exterior debería contribuir notablemente al
crecimiento del PIB.
Para determinar el crecimiento potencial de la economía
a medio plazo, es importante observar la marcha de
indicadores como la productividad. En este ámbito, los
datos de contabilidad nacional ofrecen una visión mixta.
Así, aunque la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente aumentó dos décimas hasta el 2,2%, esta
variable por hora efectivamente trabajada se redujo más de
un punto y medio, hasta el 0,5%, de forma que no hubo
una clara mejoría. Por su parte, el coste laboral por unidad
de producto continuó descendiendo pero a un ritmo menor.
El principal riesgo negativo es la ralentización de las exportaciones, las grandes impulsoras de la recuperación.En resumen, a pesar de que el proceso de recuperación
parece estar bien encauzado con una proyección de
crecimiento positiva para el conjunto del año, la
incertidumbre es todavía elevada. Por un lado, uno de los
riesgos negativos destacables es la posibilidad que
prosigan las presiones inflacionistas derivadas del
aumento del precio de las materias primas, hecho que
conllevaría la pérdida de competitividad por parte de
las empresas y la pérdida del poder adquisitivo de
los consumidores. Lo primero arriesgaría el impulso
positivo de exportaciones mientras lo segundo podría
ralentizar la reactivación de las compras por parte de
los hogares. Otro factor desfavorable es el ajuste fiscal
por parte del Gobierno que hace entrever que el consumo
público retrocederá bastante en lo que resta del año,
especialmente en la segunda mitad.

La Caixa. Junio 2011. Coyuntura internacional


Informe Mensual, núm 347 - Junio 2011
Coyuntura internacional

Coyuntura internacional ( 412,25 KB )

Estados Unidos

Estados Unidos: crecimiento insuficiente

Estados Unidos crece un modesto 2,3% pese a los estímulos fiscales.La recuperación estadounidense sigue adelante,
 pero con una intensidad que es insuficiente para
 que, en 2011, puedan llegar a verse mejoras
 significativas en el mercado de trabajo y en el
sector de la vivienda. El producto interior bruto
 (PIB) del primer trimestre creció un modesto 0,4% intertrimestral, un 2,3% interanual, que hace que
 las previsiones de crecimiento para el conjunto
de 2011 se sitúen por debajo del 3,0%. Esta baja
 intensidad de la recuperación se da en una
 economía que todavía sigue recibiendo
 importantes estímulos fiscales. El déficit público
 seguirá por encima del 10% del PIB a lo largo
 de 2011 y la deuda bruta del sector público se
acercará al 100% del PIB a finales de año.
Así, la consolidación fiscal queda para más
adelante, mientras que la existencia de un techo
 legal de la deuda pública amenaza con una
 inverosímil suspensión de pagos por parte del
Gobierno. Un acuerdo entre los dos grandes
 partidos lo impedirá.
El riesgo de bajo crecimiento sigue siendo,
por tanto, mayor que el inflacionista. Pese a
 ello, la composición del crecimiento del primer
 trimestre hace que el dato sea mejor de lo que
parece. La nota más positiva fue que el consumo
 privado creció un apreciable 0,7%. Esto indica
que existe un fondo de fortaleza, si bien inscrito
 en una dinámica de desaceleración a causa del
reajuste del ahorro, con una deuda bruta de los
hogares que a finales de 2010 seguía anclada
en un elevado 116,0% de la renta disponible.
Este mismo patrón de ralentización, pero
conservando un tono de cierto vigor, pudo verse
también en las ventas al por menor de abril,
que, sin coches ni gasolina, crecieron un 4,6%
 interanual, algo por debajo del promedio de
los últimos nueve meses.
La nota positiva sigue estando en el fondo de fortaleza del consumo privado, a pesar de mostrar cierta desaceleración.El buen tono de los beneficios empresariales
 y el relativamente menor endeudamiento de
 las empresas no financieras ayudó a que la
 inversión en equipo siguiera mostrándose
 fuerte, con una aceleración en el primer trimestre
 que se concretó en un crecimiento del 3,9%
intertrimestral. Pese a ello, el sentimiento
empresarial ya no es tan nítidamente optimista
 como lo era hace un par de meses. La brecha
 entre unas manufacturas fortalecidas, que se
benefician de un dólar débil y de ganancias en productividad, y unos servicios relativamente
frágiles siguió abriéndose en abril. Así, el índice
 de sentimiento empresarial del Institute for Supply
 Management de manufacturas se mantuvo en los
 60,4 puntos, un nivel consistente con expansiones
 robustas, mientras que el índice de servicios
volvió a experimentar un fuerte descenso que lo
 dejó en el nivel de los 53,7 puntos, más propio de
 crecimientos anémicos del conjunto de la economía.
El volumen de trabajadores desanimados dificulta la reducción de la tasa de paro, que es del 9,0%.El problema de esta mayor debilidad de los
servicios está en que representan un 83,4% del
 total de los empleos privados. Por contra, la fuerza
 manufacturera ha supuesto unas ganancias de
250.000 empleos netos en un año y medio, poco
 si se tiene en cuenta que se perdieron 8,75
 millones de puestos de trabajo durante la crisis.
 En todo caso, la recuperación del mercado
 laboral es muy lenta. Así, si bien abril fue un buen
 mes con la creación de 244.000 empleos netos
, la elevada reserva de trabajadores desanimados,
o que trabajan a tiempo parcial de forma involuntaria
, hace que estos se vayan reincorporando a la
población activa a medida que mejora la demanda
 de trabajo. Así, pese al incremento de empleos,
la tasa de paro de abril subió dos décimas, hasta
el 9,0%.
La construcción sigue bajo mínimos a causa del elevado número de viviendas desocupadas.Si la creación de empleos en servicios sigue
 siendo relativamente lenta, el empleo en construcción
 sigue en el fondo, después de haber perdido
más de dos millones de puestos durante la crisis.
Las perspectivas del sector continúan siendo
sombrías. El elevado número de viviendas vacantes,
que sigue alimentándose de las ejecuciones de
hipotecas, en un mercado con numerosos hogares
donde la deuda hipotecaria es superior al valor
de la vivienda, continúa paralizando la actividad
de la construcción. Esta sobreoferta también tira a
la baja de los precios, como se evidencia en el
índice Case Shiller de viviendas de segunda mano,
que en febrero encadenó su octavo mes
consecutivo de descensos.
El IPC sube un 3,2% por el encarecimiento del petróleo. El IPC subyacente sube un 1,3%.En el apartado de precios continúa el repunte
de la inflación, con un índice general de precios
al consumo (IPC) que en abril subió un 3,2%
 interanual, cuando en enero subía un 1,6%.
Sin embargo, más de la mitad del repunte es
 atribuible al encarecimiento del petróleo, que,
por el momento, no se traslada a los otros sectores
 de la actividad económica. En este sentido,
el IPC subyacente, que excluye los precios de
energía y alimentación, subió un más moderado
 1,3%, lastrado por la baja utilización de la
capacidad productiva. En Estados Unidos, el
lado más negativo del encarecimiento del
 petróleo y el resto de las materias primas no
está tanto en las tensiones inflacionistas, sino
en el palo que supone en la rueda del crecimiento.
En primer lugar, el elevado precio del petróleo,
que, pese a las últimas correcciones, sigue
estando por encima del nivel con que acabó 2010,
 es un riesgo a la baja para el consumo privado,
al mermar los presupuestos de compras de los
hogares. Adicionalmente, unas materias primas
caras suponen una presión de costes sobre los
 márgenes de muchas empresas.
Las exportaciones se muestran fuertes, pero el petróleo dificulta que el sector exterior tenga una aportación positiva.El sector exterior siguió sin capitalizar la mejora
 de las manufacturas y la debilidad del dólar. Su
 contribución al crecimiento del primer trimestre
 fue mínimamente negativa y, si bien los buenos
 datos de las exportaciones del mes de abril
apuntan a una mejora, la persistencia del petróleo
 caro hará difícil que el sector pueda ofrecer
 aportaciones significativas al crecimiento a lo
 largo de 2011.

Japón

Japón: la tragedia se suma a la debilidad

Japón retrocede un 0,7% en una dinámica de fuerte desaceleración.La economía japonesa entra en recesión antes
 de haber contabilizado gran parte de los efectos
del terremoto y el tsunami de marzo. El PIB
 retrocedió un 0,9% intertrimestral, un 0,7% interanual
, en el primer trimestre de 2011. Aparte del
terremoto, la dinámica bajista que la economía
 viene arrastrando desde mediados de 2010
también explica una gran parte de la debilidad
 de las cuentas nacionales. Si bien el crecimiento
 para el conjunto de 2010 se mantuvo en el 4,0%,
la revisión de la oficina de estadística de Japón
modificó el perfil del crecimiento a lo largo del
 año, dibujando una trayectoria de desaceleración
 más marcada de la que previamente se había
 anunciado. Tras una primera parte de año con
avances muy robustos, el fin del rebote
exportador y de los incentivos fiscales al
 consumo dejó a la economía nipona en una
situación de franca debilidad justo antes del
terremoto de marzo.
La economía se contraerá en 2011 a causa del débil inicio de año y del parón energético.Esta falta de tono de la actividad económica
 queda reflejada en la debilidad del consumo
 privado, que acumula un descenso del 1,5% en
 seis meses, después de haber crecido con fuerza
 en el tercer trimestre de 2010. Esta flaqueza
 también viene originada por la fuerte desaceleración
 de las exportaciones, que en estos inicios de
 año estaban estancadas, mientras que las
 importaciones repuntaban. Los primeros efectos
de terremoto y de la crisis nuclear de Fukushima
se dejaron sentir ya en las existencias, que
contribuyeron casi a la mitad del retroceso del
primer trimestre. En menor medida, la inversión
 en equipo también retrocedió.
La producción industrial de marzo sufre una caída récord.Para el segundo trimestre del año se espera
 otra contracción, de resultas de los cortes
energéticos derivados de los problemas no
resueltos de la central nuclear de Fukushima.
Esto debería afectar principalmente a la inversión
 y a las exportaciones, los dos motores principales
 del crecimiento de la última década. La conjunción
de estos efectos con la situación de debilidad
previa hace muy probable que la economía
japonesa retroceda cerca de un 1% en el
 conjunto de 2011. Los riesgos de este escenario
 son, empero, a la baja, ya que se asume que los
 problemas de suministro energéticos deberían
 estar mayormente solucionados para el tercer
 trimestre. Esto debería dar lugar a una segunda
 mitad de año con crecimientos robustos, pero
 no es descartable una mayor duración de la
 crisis.
La demanda interna flaquea, mientras que las existencias ya reflejan los efectos del terremoto.Los indicadores de actividad de marzo reflejan
ya los efectos del terremoto y anticipan un segundo
 trimestre contractivo, donde las mayores
debilidades deberían centrarse en el lado de la oferta.
 Así, la producción industrial, que en Japón está
 íntimamente ligada a la evolución del PIB y a las
 exportaciones, tuvo una caída récord en marzo,
perdiendo en un solo mes más de la mitad de lo
que se había venido recuperando desde febrero
de 2009. También en marzo, la utilización de la
 capacidad manufacturera pasó del 93,7% al
73,6%, el registro más bajo desde febrero de 2009.
 En el mismo sentido, los pedidos de maquinaria
 privados, que anticipan el gasto de inversión en
 equipo, cedieron un 16,4% en marzo, mientras
 que las exportaciones de marzo cedieron un 7,7%
 respecto a febrero.
La confianza del consumidor cae y persiste la deflación.Los efectos del terremoto sobre los precios
están siendo más bien deflacionistas, a causa
 del retraimiento de los consumidores, cuyo
 índice de confianza ha caído desde los 41,2
puntos de febrero hasta el nivel de 33,1 puntos
de abril. Así, el IPC de marzo no presentó
 cambios respecto al mismo periodo del año
 anterior, mientras que el IPC subyacente, el
 general sin energía ni alimentos, intensificó
 un poco sus descensos cediendo un 0,7%
 interanual.

China

China: continúa el endurecimiento monetario

China aumenta el coeficiente de caja e India vuelve a subir el tipo de referencia.Ante una inflación que se resiste a bajar, se
situó en el 5,3% en abril frente al 5,4% de marzo
, China ha vuelto a subir el coeficiente de caja,
el quinto ascenso en lo que va de año, y lo sitúa
 en el 21% para los grandes bancos. Ello se
añade a los cuatro aumentos en el tipo de interés
 de referencia desde octubre -hasta el 6,31%-, a
las limitaciones de crédito y a la mayor flexibilización
 del tipo de cambio. Estas políticas de contención
 frente a los riesgos de sobrecalentamiento se
extienden también a otros emergentes. Así, el banco
 central de la India sorprendió aumentando de
 nuevo el tipo de referencia en 25 puntos básicos
 hasta el 7% en su intento por desacelerar la
escalada de su inflación, que en marzo marcó
 un 9%.
El 12 Plan Quinquenal se centra en el reequilibrio y la reestructuración económica a fin de mejorar el bienestar.En este entorno de tensiones inflacionistas y
crecimiento robusto, la economía China avanzó
 un 9,7% interanual el primer trimestre del año,
el gigante asiático aprobó en marzo el duodécimo
 Plan Quinquenal (2011-2015) desde su inicio con
 Mao Zedong a mediados de los cincuenta. Los tres
 objetivos principales del Plan son: el reequilibrio
 de los motores del crecimiento, la reestructuración económica y la mejora del bienestar junto a la lucha
 en la reducción de las desigualdades de la población.

Por lo que se refiere al primer objetivo, la
sostenibilidad de las elevadas tasas de crecimiento
 de la economía pasa por promover el consumo
 privado en detrimento de su dependencia del sector
 exterior y de la inversión -principalmente en dicho
sector exportador-. Referente al segundo objetivo,
 el ejecutivo proyecta respaldar una serie de
industrias estratégicas, por su elevado valor añadido,
 a la vez que desea fomentar el sector servicios.
 Por último, las autoridades del país trabajan en
 trasladar el crecimiento económico a aumentos
notables en el nivel de renta de las familias y
disminuir las crecientes desigualdades entre
 regiones y sectores. A modo ilustrativo, mientras
 en 1981 la renta media en las grandes ciudades,
especialmente costeras, duplicaba la de las zonas
rurales, a mediados de la década de los 2000 esta
 ratio se había más que triplicado.
Pese al endurecimiento de la política monetaria
, los indicadores de actividad del mes de abril
 seguían mostrando una economía en fuerte
 expansión. Así, las ventas al por menor avanzaron
 en términos corrientes un 17,1% interanual, frente
 al 16,3% del primer trimestre del año. La inversión
 en capital fijo avanzó en el acumulado de enero
a abril un 25,5% interanual respecto al mismo
 periodo del año anterior, sin mostrar señales de
 ralentización. Por el lado de la oferta, la
producción industrial se moderó ligeramente y
 avanzó un 13,4% interanual frente al 14,9%
del mes anterior. En la misma tónica, el índice
de gestores de compras (PMI) bajó ligeramente
 hasta los 52,9 puntos. Con todo, dicha ralentización
 puede simplemente estar reflejando el impacto
del terremoto de Japón en el sector automovilístico
 del país, que se nutre de componentes procedentes
 de la economía nipona.
El nuevo superávit comercial reaviva las tensiones por el tipo de cambio.En el frente exterior, y después de cerrar el primer
 trimestre con un ligero déficit comercial -728
 millones de dólares-, el superávit de abril se
situó en los 11.423 millones de dólares, reavivando
 las presiones sobre China para permitir una mayor
apreciación del renminbi. En particular, el
desequilibrio bilateral con Estados Unidos sigue siendo
 una fuente de tensiones, ya que supera el superávit
 comercial total de la economía china.

Brasil

Brasil: real, inflación y otros contratiempos

El Gobierno brasileño reduce su pronóstico de crecimiento en 2011 hasta el 4,5%, en línea con nuestras previsiones.En mayo, el Gobierno brasileño redujo en medio
 punto su perspectiva de crecimiento del producto
interno bruto para este año, hasta el 4,5%, cifra
que coincide ahora con nuestra previsión. Asimismo
 revisó al alza su pronóstico de inflación para este
 año, hasta el 5,7%, y el de tipo de cambio, de los
1,70 reales/dólar previstos anteriormente hasta 1,61.
El real brasileño es una de las monedas que más se
 han apreciado en los dos últimos años (un 40%
 respecto al dólar desde finales de 2008) y, sin duda,
ello ha tenido sus consecuencias. Para empezar, ha
abaratado las importaciones, contribuyendo al
 arranque del gasto interno. Un arranque que permitió
encarrilar rápidamente la recuperación, tras una
 brevísima recesión, pero que acabó detonando
 notables presiones sobre precios. Por otra parte,
 el real fuerte acarrea una pérdida de competitividad
 para las exportaciones brasileñas, sobre todo
 para las manufacturas, puesto que la demanda
de materias primas sigue intratable.
Ante dicho contexto, las autoridades económicas
brasileñas encaran un dilema: si no luchan contra
 la inflación con todo el arsenal en sus manos,
 aumenta el riesgo de un ajuste abrupto y forzoso
 en el futuro. Pero utilizar todo el arsenal significa
, desde luego, subir el tipo de interés de referencia
 y, si suben tipos, la tendencia de apreciación del
 real se agrava, complicando el desempeño de la
 industria exportadora.
Por ahora, han optado por una vía intermedia: la
 senda de subida de tipos ha sido menos agresiva
 de lo que se esperaba pero se ha visto aupada por
 medidas restrictivas de carácter macroprudencial
 y fiscal. Por otra parte, la contención del real se ha
 fundado, sobre todo, en la intensificación de los
 controles de capital.
Con todo, los ánimos de los exportadores siguen
 crispados. Recientemente, el presidente y CEO de
 Siemens en Brasil exigía nuevas medidas de
contención de la moneda al tiempo que alertaba
del riesgo que suponía para el sector exportador la
 cotización del dólar por encima de 1,50 reales,
 pudiendo conllevar, incluso, «una desindustrialización
 de la economía brasileña». Dicha crispación puede
 explicar la reacción de las autoridades brasileñas
a las medidas proteccionistas que introdujo Argentina
 hace unos meses y que afectan a los alimentos
 procedentes de Brasil.
Brasil toma represalias ante las restricciones argentinas a las importaciones de alimentos brasileños.A mediados de mayo, Dilma Rousseff decidió
 responder a dichas restricciones introduciendo
un sistema de licencias para la importación de
automóviles y autopartes. Aunque la medida se
aplica también a productos de México y Corea del
Sur, la repercusión para Argentina es notable puesto
 que el 82% de sus exportaciones de autos y el
 65% de sus ventas externas de componentes
automovilísticos se dirigen al país amazónico.
 En los últimos días, los dos socios de Mercosur
han retomado las conversaciones para destrabar
 el conflicto comercial y todo apunta a que el
resultado será la normalización de su intercambio.
 Sin embargo, el conflicto es sintomático de un
 problema de competitividad en ambos países.

México

México: velocidad de crucero

En el primer trimestre de 2011, el producto
 interior bruto creció un 0,5% respecto al trimestre
 previo gracias al avance de los servicios (0,9%)
y las actividades secundarias (0,6%) y a pesar del
retroceso de las primarias (-2,3%). En cifra interanual,
 el crecimiento del PIB fue del 4,4% y el avance fue
positivo en las tres grandes ramas de actividad.
De este modo, la recuperación económica se
afianza en México al tiempo que encauza una
senda de crecimiento más equilibrado, con una
progresiva reposición de su motor interno y libre,
 por ahora, de presiones sobre precios. La buena
 marcha de la economía sostiene la popularidad
 del presidente Calderón, con un 54% de aprobación
según sondeos recientes, a pesar de que la
preocupación por la inseguridad pública ha ido en
aumento.
Con todo, la última reseña de la OCDE sobre
México insiste en la necesidad de abordar
 reformas estructurales de calado para garantizar
 la sostenibilidad de dicho crecimiento a medio y
 largo plazo. Entre dichas reformas destacan la
 necesidad de un sistema tributario más eficiente,
 la conveniencia de reducir el peso del sector
informal y el interés en aumentar la competencia
en muchos sectores y mejorar la educación.
En ese sentido, el mismo informe señala que la
 nueva Ley de Competencia que aprobó el Congres
o es un paso muy importante para reducir el
 poder de mercado de las empresas ya establecidas
 En lo referente a educación, aboga por mejorar tanto la formación de profesores como la gestión de centros
docentes. Y, en cuanto a las empresas que operan
 fuera del sector formal, advierte del lastre que
suponen para la productividad de la economía
mexicana. Al tener menos acceso al crédito,
 formación y protección legal, innovan menos y no
 crecen tanto. Por ello, la OCDE recomienda
reducir las trabas legales y burocráticas que
dificultan la creación y operación de empresas
 así como establecer un sistema de incentivos
 que aliente la formalización de dichas compañías.
La economía mexicana afianza su recuperación con un avance del 4,4% en el primer trimestre de 2011.Con todo, la reforma más necesaria sigue siendo
 la del sistema tributario. México tiene los ingresos
 fiscales más bajos con relación al PIB de todos
 los países de la Organización para la Cooperación
 y el Desarrollo Económico (OCDE) y gran parte
de América Latina y, sin embargo, ése no es el
 principal problema; el principal problema es la
 elevada dependencia petrolera de dichos ingresos.
Esa dependencia no solo introduce volatilidad
en la recaudación sino que, además, impone una
 enorme vulnerabilidad de cara al futuro puesto
que la producción de crudo en México decrece año
 tras año. Por ello, el estudio recomienda ampliar
 la base fiscal (eliminando, por ejemplo, algunas
de las exenciones más distorsionadoras y de
 regímenes especiales). Asimismo, el sistema
 tributario también se beneficiaría de un menor
peso de la economía informal.
La OCDE insiste en las reformas estructurales para afianzar el crecimiento a medio y largo plazo.En definitiva, México debería aprovechar la
 perspectiva relativamente tranquila de la que
 goza actualmente para reforzar tanto sus pilares
 de crecimiento como su defensa ante futuros
 contratiempos.

Materias primas

La espiral alcista del petróleo se detiene

El precio del petróleo evolucionó a la baja despué
s de una racha de siete meses continuados de
subidas. Entre el 20 de abril y el 20 de mayo, el
precio del crudo bajó un 10,5%, para situarse en
 los 110,61 dólares por barril (calidad Brent, para
entregas a un mes), lo que deja el incremento
desde inicios de año en un 19,4%.
El petróleo baja hasta los 110 dólares por barril.La perspectiva de un crecimiento global algo
menor de lo esperado, con una recuperación
estadounidense que no acaba de ganar fuerza
 y con unas economías emergentes aquejadas
de sobrecalentamiento, y las previsiones de la
Internacional Energy Agency, que revisan a la
baja el crecimiento de la demanda de crudo
para 2011, contribuyeron a un descenso en el
 precio del petróleo. Los altos niveles alcanzados,
 que tenían un componente especulativo provocado
 por la incertidumbre en el Norte de África y
Oriente Medio, también pueden haber jugado
 su papel en esta corrección del precio del crudo.
Los descensos deberían seguir durante la segunda
 mitad de 2011, acercándose a la referencia de
 los 100 dólares por barril.
Las materias primas siguen la estela bajista del petróleo, con excepciones en los alimentos y en el oro.El resto de las materias primas ha seguido la
estela del petróleo, con excepciones entre los
alimentos. El índice The Economist bajó un 5,7%
 entre el 20 de abril y el 20 de mayo. Los metales
básicos tuvieron retrocesos generalizados, entre
los que destaca la pérdida del 10,3% del níquel.
Entre los alimentos, el azúcar, el té y el café
 tuvieron retrocesos, pero la previsión de un año
seco hizo que se apreciaran el trigo, el arroz y la
 cebada. Por su parte, el oro se mantuvo por
 encima de los 1.500 dólares por onza, muy cerca
 de los máximos históricos alcanzados, capitalizando
 así las incertidumbres que siguen afectando a la
 economía global.

Seguimos importando mas que exportamos. Tenemos que hacer mas competitivas a nuestras emprresas



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27-6-11



Comercio exterior

Fecha última actualitzación: 27/06/2011

Enero-Mayo 2011


Importaciones
Exportaciones
Saldo

Mill.
euros
%
variac.
anual
en valor
%
partici-
pación
Mill.
euros
%
variac.
anual
en valor
%
partici-
pación
Mill.
euros
Tasa
de
cobert.
%
Por grupos de productos








Energéticos
18.419 
34,5 
21,2 
4.093 
89,8 
5,8 
-14.326 
22,2 
Bienes de consumo
19.752 
5,1 
22,8 
23.473 
14,2 
33,5 
3.722 
118,8 

Alimenticios
4.976 
9,0 
5,7 
8.882 
11,6 
12,7 
3.906 
178,5 

No alimenticios
14.776 
3,9 
17,0 
14.591 
15,7 
20,8 
-185 
98,7 
Bienes de capital
5.648 
0,9 
6,5 
6.170 
34,4 
8,8 
522 
109,2 
Bienes intermedios no energéticos
42.995 
17,3 
49,5 
36.346 
21,0 
51,9 
-6.649 
84,5 
Por áreas geográficas








Unión Europea
46.169 
10,3 
53,2 
46.820 
18,0 
66,8 
652 
101,4 

Zona Euro
37.653 
11,4 
43,4 
37.713 
15,3 
53,8 
60 
100,2 
Otros países
40.645 
23,6 
46,8 
23.261 
31,6 
33,2 
-17.384 
57,2 

Rusia
2.961 
96,8 
3,4 
745 
46,1 
1,1 
-2.216 
25,2 

EEUU
3.631 
26,9 
4,2 
2.796 
49,0 
4,0 
-835 
77,0 

Japón
1.182 
-3,1 
1,4 
581 
23,4 
0,8 
-601 
49,2 

America Latina
5.429 
29,1 
6,3 
4.045 
40,4 
5,8 
-1.384 
74,5 

OPEP
9.046 
25,2 
10,4 
2.607 
26,5 
3,7 
-6.439 
28,8 

Resto
18.397 
15,9 
21,2 
12.487 
26,4 
17,8 
-5.910 
67,9 
TOTAL
86.813 
16,2 
100,0 
70.081 
22,2 
100,0 
-16.732 
80,7 

FUENTES:
Departamento de Aduanas y Impuestos Especiales y elaboración propia.





  Cuando un país gasta más de lo que produce y, por consiguiente, el saldo exterior de su cuenta corriente es deficitario, el exceso de gasto debe financiarse mediante entradas netas de capital extranjero. Estas entradas generan unos pasivos frente al resto del mundo, por ejemplo en forma de deuda externa, y unas obligaciones de pago asociadas a dichos pasivos, como los intereses y la amortización de la deuda. Una manera de juzgar si un déficit exterior es sostenible consiste en evaluar si el país podrá hacer frente a estos compromisos de pagos futuros.
  Como la capacidad de pago de una economía viene determinada por su nivel de renta, esta condición requiere que el nivel de endeudamiento externo (en rigor, la posición pasiva neta) no alcance una cota demasiado elevada en relación al PIB. El nivel máximo soportable seguramente ha aumentado con la mayor integración financiera que ha acarreado el proceso de globalización pero continúa variando según el país, dependiendo de factores como la composición de sus pasivos, su grado de apertura al comercio exterior o la calidad de sus instituciones. Así, por ejemplo, un país poco atractivo para la inversión extranjera directa, incapaz de emitir deuda en su propia moneda, que no exporte demasiado y con una agencia tributaria poco sofisticada podrá sostener un nivel de deuda externa relativamente modesto. Ello explica que más del 50% de episodios de impago entre países de renta media entre 1970 y 2001 sucedieran con niveles de deuda externa que no superaban el 60% del PIB.
  El nivel al que se estabiliza la posición deudora neta de un país depende fundamentalmente de tres variables: el déficit exterior, entendido como el déficit corriente y de capital exceptuando el saldo por rentas de la inversión, el tipo de interés aplicable a la deuda y la tasa de crecimiento del PIB nominal. En el caso de que el tipo de interés sea superior a la tasa de crecimiento nominal del PIB, cualquier déficit exterior provoca un aumento de la deuda externa sin límite y, por lo tanto, no es sostenible. En cambio, si la tasa de crecimiento es mayor que el tipo de interés, la deuda tiende a estabilizarse aunque se registre un déficit de forma recurrente. Cuanto mayor es el diferencial entre crecimiento y tipos de interés, menor es el nivel al que se estabilizará la posición deudora para un determinado nivel de déficit exterior. Por ejemplo, un país con un déficit del 1% del PIB, una tasa de crecimiento nominal del PIB del 4,5% y un tipo de interés sobre sus deudas de un 3,25% estabilizaría su deuda externa en un nivel equivalente al 84% del PIB (véase la tabla anterior). Su déficit por cuenta corriente y de capital tendería a un nivel del 3,7% del PIB (1% + 3,25%*84).
  En el caso de España, la posición pasiva neta frente al resto del mundo se situó en un 87% del PIB a finales de 2010. Esta posición es el resultado de combinar unos activos en el exterior equivalentes al 128% del PIB y unos pasivos del 215% del PIB (véase el gráfico anterior). Unas tres cuartas partes de los pasivos son deuda propiamente dicha y el resto se reparte de forma similar entre inversión extranjera directa (en instrumentos que no son deuda) e inversiones de cartera en bolsa española. A pesar de que España incurrió en unas necesidades de financiación externas del 3,9% del PIB durante 2010, resultado de un déficit exterior excluyendo la cuenta de rentas de la inversión del 1,9% y un déficit en la cuenta de rentas del 2,0% del PIB, la posición pasiva neta mejoró en 4 puntos del PIB respecto a 2009 gracias al efecto neto de las revalorizaciones de activos y pasivos. España también se benefició en 2010 de una tasa de remuneración sobre sus pasivos históricamente baja (2,7%) y que, además, se situó algo por debajo de la tasa de remuneración promedio de sus activos (2,9%, véase el gráfico siguiente).
  La tabla anterior sugiere que el déficit exterior de España no está lejos del nivel que estabilizaría la posición pasiva neta en la cota registrada en 2010. Si utilizamos el coste de remuneración promedio de los pasivos desde la entrada al euro, un 3,5%, y suponemos una tasa de crecimiento potencial de la economía española de alrededor del 4,5% (combinación de un crecimiento real del 2,5% y una tasa de inflación del 2%), el déficit exterior (excluyendo rentas de la inversión), que estabilizaría la posición pasiva neta por debajo del 90% del PIB, estaría en torno al 0,8% del PIB. Como hemos mencionado anteriormente, el déficit se situó en el 1,9% en 2010 pero prevemos que en 2011 se reduzca hasta alrededor del 1,6% del PIB. Poco faltará entonces (ocho décimas) para alcanzar el déficit exterior que mantendría la posición externa estable a medio plazo. Sin embargo, si la prima de riesgo de la economía española se mantuviera anormalmente elevada y, por lo tanto, el coste de la deuda fuera mayor que el experimentado en el pasado, el déficit exterior debería reducirse aún más para evitar que la posición pasiva neta se disparara en exceso.
  Una prima de riesgo baja, un buen ritmo de crecimiento y una buena dosis de competitividad son los ingredientes claves para estabilizar la deuda externa en un nivel sostenible. Cuál es ese nivel no es una pregunta cuya respuesta sea única para cualquier país y cualquier momento. En todo caso, merece la pena guardar una distancia prudencial de aquellas cotas que pueden provocar vulnerabilidad a cambios en el sentimiento inversor, oscilaciones del tipo de interés y vaivenes de crecimiento económico. Episodios que, como hemos visto, suceden.
  Este recuadro ha sido elaborado por Enric Fernández
  Departamento de Economía Internacional, Área de Estudios y Análisis Económico, "la Caixa"