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sábado, 7 de abril de 2012

¿Qué tipo de garantías le ofrece su inversión?


Los inversores en preferentes, convertibles y pagarés dependen de la solvencia del banco. Las acciones son las que más riesgo implican, ya que son las más perjudicadas en caso de quiebra de la compañía.
La polémica con las participaciones preferentes, cuya escasa liquidez ha forzado a las entidades a ofrecer distintas operaciones de canje, ha puesto sobre la mesa la necesidad de que los particulares valoren sus riesgos. ¿Con qué garantías cuentan?¿En qué circunstancias pueden dejar de abonar los intereses prometidos?
Otra de las preocupaciones de los inversores es qué sucedería en caso de quiebra de la entidad en la que ha depositado su dinero (ya sea un banco, una gestora o un bróker de bolsa).
Aquí el riesgo depende de nuevo del producto elegido. No es lo mismo apostar por un depósito, que cuenta con el aval del Fondo de Garantía, que invertir en emisiones de deuda, como los pagarés. Por otro lado, los fondos de inversión ofrecen un plus de seguridad, ya que los activos en lo que invierten no forman parte del balance de la gestora.
Para conocer el verdadero riesgo que entraña cada producto, analizamos las garantías que ofrece cada uno, así como las posibilidades de recuperar el capital si se produce una quiebra o impago.
Pagarés y preferentes, riesgo bancario
Tanto las participaciones preferentes como los pagarés y los bonos convertibles tienen algo en común: son títulos de deuda emitidos por el banco. Por tanto, y al igual que sucede con la deuda privada emitida por cualquier empresa, el cliente está asumiendo un riesgo de contrapartida.
En otras palabras, el riesgo del producto depende de la solvencia del emisor (en ese caso la entidad de crédito), que será la que determine su capacidad para hacer frente a los compromisos con los bonistas. No existe la posibilidad de recurrir al Fondo de Garantía, por lo que si el banco entra en quiebra, el inversor se arriesga a perder todo lo ganado.
En caso de que la entidad no pueda hacer frente a sus compromisos de deuda, el inversor tendría que acudir a un abogado para que le sume a la masa de la quiebra. Como lógicamente no habría dinero para satisfacer a todos los acreedores, se establece un orden de prelación de cobro. Así, el primero de la cola sería el Estado, seguido de los trabajadores.
A continuación irían los bonistas. Dentro de los bonistas los titulares de emisiones subordinadas serían los últimos. Las emisiones preferentes pueden llevar o no la etiqueta de deuda subordinada, en función de las características del producto. Sin embargo, cuentan con otros riesgos.
El principal es la iliquidez. Son títulos de deuda perpetua, por lo que el inversor no tiene la opción de esperar a que venzan para recuperar el dinero. Además, el pago de los intereses está condicionado a que la entidad genere beneficios suficientes. De hecho, algunas de las entidades que han sido intervenidas por el Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), como CAM, Unnim y Novagalicia Banco, ya han anunciado que no abonarán intereses a sus inversores en preferentes.
Finalmente, los pagarés no suelen tener la consideración de deuda subordinada. En algunos casos pueden contar con garantías adicionales, como sucede con los pagarés con garantía hipotecaria. Los convertibles suelen estar catalogados como deuda subordinada, por lo que serían los más arriesgados en este sentido. El inversor no tendría el derecho, además, de exigir el cobro de la deuda en acciones.
En conclusión, el riesgo de una emisión de deuda financiera depende de la solvencia del banco, pero también del orden que ocuparía el inversor en el caso de una eventual quiebra.
Pros: Rentabilidad
Las necesidades de liquidez de la banca han impulsado el interés que ofrecen por sus productos de deuda. La rentabilidad de los pagarés ronda el 4%
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Contras: Iliquidez
Tanto en los pagarés como en los bonos convertibles resulta muy complejo recuperar el capital invertido antes del vencimiento
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Depósitos, el colchón del Fondo de Garantía
Los depósitos bancarios y las cuentas corrientes ocupan uno de los escalones más bajos en términos de riesgo. Dependen, por un lado, de la solvencia de la entidad de crédito, ya que el dinero depositado en ella forma parte del balance del banco.
Sin embargo, cuentan con un plus de seguridad adicional: el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que reintegra hasta 100.000 euros por entidad financiera y también por titular. En este aspecto, si dos personas son cotitulares de una cuenta común, el Fondo de Garantía devolvería hasta 100.000 euros a cada una de ellas.
Los expertos recomiendan minimizar el riesgo y no contar con más de 100.000 euros, entre depósitos y cuentas, en la misma entidad financiera.
Por otro lado, los clientes de entidades extranjeras, como la holandesa ING Direct o la portuguesa Espirito Santo, cuentan con la protección del Fondo de Garantía de Depósitos del país de origen, que en ambos casos asciende también a los 100.000 euros.
Si la entidad financiera entrase en quiebra, el cliente debe recurrir al Servicio de Reclamaciones del Banco de España para que tramite la devolución del capital invertido a través del Fondo de Garantía. «La recuperación del dinero puede llevar hastas cinco o seis meses, pero nunca años», afirma Francisco Marín, presidente del Comité de Servicios a Asociados de EFPA España (Asociación Europea de Asesores Financieros).
Por otro lado, la rentabilidad de los depósitos y de las cuentas remuneradas está garantizada por la entidad de crédito, pero no por el FGD. La obtención de los intereses suele estar condicionada al vencimiento del producto. Por tanto, el cliente que quiera recuperar su inversión antes de que venza el depósito se arriesga a perder parte (o incluso el 100%) de la rentabilidad generada hasta ese momento, aunque no el capital invertido.
Finalmente, en caso de desacuerdo con la entidad financiera, el inversor puede dirigirse al Defensor del Cliente. Se trata de una figura con la que legalmente tienen que contar todas las entidades y que actúa como intermediario entre el banco y el cliente. Si en el plazo de 15 días no ha recibido respuesta o bien obtiene una negativa a su reclamación, el inversor puede recurrir al Servicio de Reclamaciones del Banco de España, cuyo dictamen tendrá calidad de peritaje en caso de conflicto legal.
Pros: Seguridad
La inversión en cuentas y depósitos tienen la protección del Fondo de Garantía, que cubre los primeros 100.000 euros por entidad y titular.
Contras: Riesgo sistémico
Algunos expertos advierten de que en el caso extremo de crisis generalizada en el sector bancario, el Fondo de Garantía podría ser insuficiente.
Fondos, los activos a buen recaudo
El riesgo de los fondos de inversión es muy variable, ya que depende de los activos en los que cada producto invierta. Pero desde el punto de vista de las garantías, el fondo es uno de los productos más seguros. "El fondo en sí mismo no es más que un brazo inversor", comenta Francisco Marín, de la asociación de asesores financieros EFPA.
Por tanto, la quiebra de la gestora que administra ese fondo (o del grupo al que pertenece esa gestora) no supone la pérdida del capital. Los activos en los que invierte el fondo se encuentran custodiados a buen recaudo por una entidad depositaria. La gestora es simplemente la que toma las decisiones de inversión, pero los activos en los que invierte pertenecen a los partícipes.
Por tanto, si quiebra la gestora, el inversor debe acudir al depositario del fondo para que inicie un proceso de liquidación ordenada de los activos. ¿Y si quiebra la entidad depositaria? "En ese caso, los activos deberían continuar allí, ya que no forman parte del balance mercantil del depositario", explica Marín.
El partícipe corre, eso sí, otros riesgos. Uno de los más importantes es el riesgo de liquidez. Esta variable fue determinante en los problemas que tuvieron varios fondos inmobiliarios españoles en 2009, que tuvieron que cancelar los reembolsos de forma temporal.
En su caso, los activos en los que invertían (los inmuebles) se habían vuelto prácticamente ilíquidos por las circunstancias de mercado. Por tanto, la gestora no tenía posibilidad de venderlos para hacer frente a las peticiones de reembolso, al menos sin sufrir unas fuertes minusvalías. Otro de los grandes riesgos es el fraude, como ocurrió con los fondos de Madoff. En este caso el gestor engañó a los partícipes sobre los activos en los que estaba invirtiendo, cuando en realidad los utilizaba para abonar los intereses de otros clientes.
Pros: Activos en custodia
El fondo no depende de la solvencia de la gestora ya que los activos en los que invierte se encuentran custodiados aparte.
Contras: Oleada de reembolsos
Una orden de reembolsos masiva puede obligar a la gestora a deshacerse de activos en cartera en condiciones poco ventajosas.
Deuda pública, aval del Estado
En el caso de la deuda pública, la solvencia del emisor es su principal reclamo. En este sentido, el riesgo de la inversión depende enteramente de la capacidad que tenga el Estado para hacer frente a esa deuda, ya que el inversor no cuenta con ningún tipo de garantía adicional.
Para evaluar la capacidad de pago de un Estado los inversores se pueden dejar guiar por los ratings que elaboran las agencias de calificación crediticia. Por debajo de BBB, se considera deuda de alto riesgo o bono basura.
Existen varios escenarios en los que un Estado podría incumplir su responsabilidad con los bonistas. Podría entrar en impago por el 100% de la deuda o bien ejecutar una quita, como ha ocurrido con Grecia. En este caso, el inversor sólo recupera parte del capital invertido, en función de la cuantía de la quita. Otra opción es que el Estado proponga al bonista una compensación de tipo fiscal.
Por ejemplo, la exención en el pago de impuestos durante un periodo determinado. También es posible que el Estado no abone los intereses ofrecidos, pero sí se comprometa a devolver el principal de la deuda, o bien que negocie con los bonistas para ampliar el periodo de vencimiento.
Por otro lado, el inversor siempre cuenta con una vía de escape, la venta del bono en el mercado secundario, aunque si la solvencia del estado emisor está en duda, lo lógico es que la deuda cotice con un fuerte descuento.
Pros: Solvencia
La deuda pública está considerada como el activo de inversión con un riesgo más bajo, aunque la probabilidad de impago difiere de un país a otro.
Contras: Volatilidad
La deuda española, está sujeta a una gran volatilidad en los últimos meses, por lo que puede sufrir fluctuaciones en el precio.
Acciones, la opción más arriesgada
Los accionistas de una empresa son los últimos en el orden de prelación de pago. También ocupan esta posición los inversores en cuotas participativas de una caja de ahorros (hasta ahora sólo emitidas por la CAM). El estatus de estos últimos es equiparable al de los accionistas, aunque sin derecho de voto. Por tanto, si la compañía quiebra, el accionista se arriesga a perderlo todo.
Sin embargo, la seguridad de la inversión no se ve comprometida por la solvencia del bróker de valores o el banco a través del cual se han comprado las acciones (siempre que no sea un chiringuito financiero que esté actuando fraudulentamente). El bróker actúa como un mero intermediario, ya que las acciones se encuentran depositadas fuera de su balance.
Además, las cuentas corrientes asociadas a las cuentas de valores (que es donde se cobran los dividendos) están protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos. El inversor afronta por tanto los riesgos propios de la renta variable, como la fluctuación de la cotización y la cancelación del dividendo. Otro riesgo es que los accionistas mayoritarios de la empresa acepten una opa por debajo del precio de mercado (lo que deja poca opción a los minoritarios), como ha ocurrido con Cívica.
Pros: Liquidez
Las acciones cotizan en bolsa a tiempo real por lo que el inversor puede deshacer posiciones en cualquier momento, aunque se arriesga a sufrir minusvalías.
Contras: Orden de cobro
En caso de que la compañía entre en suspensión de pagos, la posición del accionista es la más débil, ya que ocupa el último puesto en el orden de prelación
Unit linked, pendientes de una aseguradora
Los seguros suponen una categoría aparte en el panorama inversor. Por un lado, el supervisor en este tipo de productos no es el Banco de España (como ocurre con cuentas y depósitos) ni la CNMV (como sucede con fondos, acciones y renta fija), sino la Dirección General de Seguros.
Por otro, los seguros de vida como producto de inversión, también llamados unit linked, no cuentan con las restricciones de diversificación de un fondo. Pueden, por tanto, apostar por un sólo activo (por ejemplo, la evolución del oro).
En el caso de un unit linked, la garantía depende enteramente de la aseguradora. Por tanto, si ésta quiebra, el inversor se pone a la cola en el orden de prelación. «En este sentido, constituyen un vehículo menos seguro que los fondos de inversión», comenta Marta Díaz-Bajo, directora de Estrategia de Productos de Atlas Capital. Como explica esta experta, los activos en los que invierte un unit linked en España forman parte del balance de la aseguradora, mientras que en el caso de un fondo de inversión se encuentran segregados de la gestora.
«Si la aseguradora quiebra (entra en situación concursal, para ser exactos según la actual denominación), los únicos que tienen preferencia son los acreedores por seguros de responsabilidad civil. El resto de los seguros, incluidos los unit-linked, van a la masa del concurso y cobran de esa masa», explica Díaz-Bajo. Por ello, junto con el riesgo de los activos subyacentes, se está asumiendo el riesgo de la compañía de seguros.
Con todo, las garantías que ofrecen los seguros como producto de inversión no son las mismas en todos los países. Por ejemplo, en Irlanda, si la aseguradora quiebra, los activos del unit-linked están segregados y no entran en la masa de la quiebra, sino que se utilizan únicamente para pagar a los tomadores de las pólizas.
Pros: Flexibilidad
A diferencia de otros vehículos de inversión colectiva, como los fondos, los seguros no están obligados a diversificar la inversión.
Contras: Riesgo aseguradora
El inversor depende enteramente de la solvencia de la aseguradora.

¿Qué ha pasado para que España esté al borde del rescate?


"Italia no es España". Esta es la frase que más he oido de brokers locales en Semana Santa en Roma. ¿Les recuerda a algo? Rebobinemos a Julio de 2011. Cuando oíamos "España no es Grecia", "no tenemos un problema de deuda pública", "estamos haciendo los deberes". En fin... es lo que hace el tiempo.
Sin embargo, tras los presupuestos, el Ibex (a cierre de este artículo), se desplomaba hasta los 7.600 puntos y la prima de riesgo superaba los 390 puntos basicos. Sobre el Ibex hemos hablado largo y tendido en las últimas semanas. A un índice ultra-endeudado, el más subvencionado de Europa, con unas expectativas de crecimiento de beneficios muy pobres, se le añadía una medida fiscal que pretende recaudar 5.000 millones de euros de un selectivo que registró unos beneficios netos de 30.000 millones de euros.
Pero lo que me interesa es lo que ocurre en el mercado de deuda. Fíjense, yo soy optimista y creo que este gobierno está dispuesto y obligado a escuchar, así que ahí va mi aportación.
No queremos reconocerlo, pero en el mercado de bonos hay tres grandes problemas: a) el coste, o sea la prima de riesgo, seguirá creciendo si no se repaga capital, b) el efecto desapalancamiento, es decir, la menor cantidad de dinero disponible para invertir en deuda soberana, se acelera y c) el efecto depredador del Estado sobre la posibilidad de financiar al sector privado mina las perspectivas de recuperación.
La prima de riesgo a 400 puntos básicos es un problema. Porque demuestra que las inyecciones de liquidez, además de ser una salvajada que mete la mano en el bolsillo del ahorrador para dárselo al despilfarrador endeudado, no funcionan, incentivan y rescatan a los que lo han hecho mal, y encima el efecto placebo dura cada vez menos. Demuestra que el riesgo de default no baja.
Que las subastas de deuda del Estado ya no puedan comérselas ni las entidades colocadoras es un problemón. Llevo meses diciéndolo. No hay demanda internacional para la deuda y nos la estamos zampando entre bancos y ciudadanos, sea a traves de la Seguridad Social u otros entes.
Pero... ¿Qué ocurre? Si los presupuestos son "muy duros" y se está haciendo lo correcto, ¿Por qué sale el mercado corriendo en dirección contraria?.
Antes que nada, merece la pena resaltar una cosa muy importante. El mercado no quiere que a España le vaya mal. Bajo ningún concepto. Porque España, efectivamente, no es Grecia. Es varias veces Grecia y como tal no se le puede "rescatar". Si España cae, adios amigos, un gusto conocerlos. Al carajo el S&P 500, el Eurostoxx, Alemania y la UE.
Entonces, si el mercado no quiere que caiga España y los presupuestos son muy conservadores y reducen el deficit... ¿qué pasa?
Que ni lo uno ni lo otro. A los inversores de renta fija soberana, por definición los inversores más conservadores del mercado, no les convencen los presupuestos por la parte de los ingresos, que parecen muy optimistas, ni por la de los gastos. No se reduce el peso del Estado en la economía, sube la deuda sobre PIB hasta el 78%, lo que supone casi el 120% incluido comunidades autónomas y deuda garantizada por el Estado, deficit de tarifa etc, y el "ahorro" total equivale a la cantidad que España se gastará en pagar intereses. Si la deuda absoluta sube, se recorta para pagar intereses pero se mantiene la estructura de un estado y regiones hipertrofiados,no es austeridad, es mantener el despilfarro público. Sólo un cambio radical sobre éste último punto mejoraría nuestra calidad crediticia.
Los inversores hacen números. Simplemente con una desviación en los ingresos estimados del 3-5% a la baja, el deficit se disparará entre un 8 y un 10% del objetivo.
Les aseguro que había enormes esperanzas de que este gobierno, con mayoría absoluta y gobernando casi todas las regiones, reduciría por fin la deuda absoluta, no reducir el crecimiento de la misma, sino cortar la sangria de gasto y repagar capital, dejar de capitalizar intereses constantemente. Y la decepción es mayor cuando hay confianza y esperanza depositada pero se mantiene el statu quo. Pero todavía están a tiempo de rectificar. Que cien días son cien días.
Nuestros politicos llevan ignorando el efecto de desapalancamiento de las entidades financieras inversoras desde hace cuatro años, entre otras cosas porque nuestros bancos, sus asesores, no lo comentan. El fondo de inversiones noruego acaba de reducir aun más su exposición a Europa. No solo hay que hacer las cosas bien, cercenar el gasto político y alentar la creación de empleo privado, que es el que paga impuestos, el sector público los consume... Los estados deben de tener en cuenta que la tarta de dinero disponible para invertir en bonos soberanos se estáreduciendo.  Y esto hace que lo que consideramos "derechos adquiridos" -acceder a deuda ilimitada, y además barata- sea inasequible si no cambiamos radicalmente la estructura de endeudamiento público.
Los fondos disponibles para deuda europea se han reducido a una media de 20.000 millones de euros anuales cada año desde 2007, segun estudios propios. No solo se ha reducido la tarta, sino que la competencia es feroz, ya que ningún país ha reducido su voracidad endeudadora. Y claro, aumentando la masa monetaria un 6% anual, solo hemos conseguido efectos placebo. Porque el incremento de la masa monetaria es a todas luces insuficiente comparado con el incremento del endeudamiento publico y privado, pero además genera  estancamiento económico, deflación en los bienes, productos y servicios de nuestra economía e inflación muy superior en materias primas y bienes externos importados. De hecho, casi toda la inflación generada en la UE entre 2007 y 2011 es exterior. Los estados se siguen endeudando pero practicamente nada de esa masa monetaria adicional va a la economia real, las industrias o las familias. Se queda en bancos zombi que compran deuda soberana con fondos del BCE (pagados por sus ciudadanos actuales y futuros en impuestos) y con la diferencia mantienen los prestamos a empresas zombi, "hasta que escampe".
De los 200.000 millones de euros sacados por la banca del BCE todos se han consumido en compra de bonos soberanos, cubrir la caida de depositos y cubrir vencimientos de deuda propia, pero ni las cuentas estatales ni las privadas han mejorado. A ningun inversor se le escapa que muy pocas empresas y bancos han aprovechado la inyección de liquidez de Draghi y su "efecto- placebo - euforia bursatil" para ampliar capital y cortar deuda. ¿Para qué? Mejor ser zombi entre zombis que victima de la voracidad de la manada de muertos vivientes. Como Japón, pero con una diferencia. Un endeudamiento privado y público que nadie ha reducido "porque ya viene la recuperación". Efectivamente, cuando en un sistema económico se rescata al mal gestor y se penaliza al que genera caja, véase la subida de impuestos, pues el resutado es que el inversor desaparece. Teme que dentro de cuatro o cinco años vuelva el recaudador de Nottingham a cobrar para el principe Juan. Solo queda clientelismo. UBS comentaba "the banking stresses are not addressed yet: We see the system as undercapitalised, poorly-funded and badly reserved…". "Los problemas bancarios no se han atacado. Vemos al sistema infra-capitalizado, financiado pobremente y con mala cobertura por reservas".
No me sorprende que muchas de las empresas del IBEX no generen caja libre. Porque cuando la generan, se la comen las instituciones en impuestos, y al menos cuando no la genera, la empresa entra en la lista de los rescatables. Se incentiva el clientelismo. Y a guardar "colchones" en paraisos fiscales. Yo siempre digo que no hay paraisos fiscales, hay infiernos fiscales.
Pero el problema es que España no puede ser rescatada. Costaría, tirando por lo bajo, 500.000 millones de euros y eso no se lo puede permitir la UE. Sobre todo porque mientras hablamos de España, Francia se acerca también al territorio de peligro, ya que va "pegada a las curvas" con una deuda sobre PiB que alcanzará el 100% en 2014 probablemente.
Un inversor de renta fija no puede aceptar solo un 5.8% por unos bonos a 10 años de un Estado+autonomías que fagocitará el 110% de sus ingresos previsiblemente, porque a medida que se revisan las tasas de crecimiento a cifras mas logicas (-2% en 2012 y -0,4% en 2013) el inversor pregunta "¿de donde va a salir el dinero?".
Los españoles, tan embebidos en derechos adquiridos y prebendas, parece que pensamos que el dinero es grátis y que nos lo merecemos "bueno y qué". Parece que el gasto público (político, no público) que tan machaconamente se preconiza no se pagase con impuestos y dinero que pedimos prestado con unos intereses. Y los que nos prestan el dinero tienen la fea manía de esperar recibir ese dinero de vuelta.
Tengan ustedes clara una cosa. Nadie, ningún inversor desde luego, exige que el país deje de gastar en servicios básicos, educación, salud o investigación. El inversor solo pide que se ajusten los gastos a los ingresos. Los que deciden recortar esos gastos esenciales pero mantener coches oficiales, televisiones autonómicas, empresas zombi, administraciones multiplicadas por 17, embajadas, subvenciones y subsidios, son aquellos que votamos para gestionar dichos recursos. Lo único que pide un inversor es que los recursos se gestionen en base a unos ingresos razonables y en base a la demanda de bonos que el país puede asumir. Que España no puede ser, ni aunque quisiera, más del 30% de la oferta europea de renta fija. Y a ver cuando se implementan presupuestos en base cero, que eso de que los presupuestos solo pueden crecer es una falacia de "bull market".
Solución, claro que la hay. Cercenar gasto politico y hacer presupuestos en base cero. Con valentia. Adecuar gastos a ingresos.
Bill Gross, de PIMCO, decía “Grecia es un grano, Portugal una calentura, pero España un tumor". La deuda no se arregla con más deuda.
España es el puente entre la recesión y la recuperación mundial. Somos mucho más importantes de lo que creemos. No me creo que no podamos reducir un estado hipertrofiado. Es hora de hacer conciencia y decidir donde queremos ir. La historia no nos lo perdonará.

Espiral de la Muerte de España y la hipocresía del euro (Time Business)


A pesar de lo que se escribe en el Time Business, España remontará el vuelo pues seremos tan solidarios de compartir el bien escaso que tenemos, EL TRABAJO y de trabajar una hora gratis para pagar nuestras deudas.
Para ello nuestros politicos han de ser tan generosos de cortar la cabeza pólitica y embargar de los bienes de sus hermanos responsables de gastar mas de lo ingresado, de quien han despilfarrado o aprovechado del dinero público.
Nuestros jovenes trabajaran es este pais, pues les hemos formado bien, y sustituiran a los mayores. 
 
¿Hay alguien allí que piensa que la crisis de deuda de la zona del euro ha terminado - y ustedes saben quienes son - deben tener un buen vistazo a lo que está pasando en España. Si Italia representa la mayor amenaza para el euro en 2011, entonces España será la gran historia de 2012. Cualquiera que sea el número que se mire, España se encuentra en una espiral de muerte, un círculo autodestructivo de la recesión y austeridad que está enviando a uno de los miembros más importantes de Europa en una edad oscura económicos. España en la actualidad representa a todos los fracasos de la unión monetaria, desde su creación errónea a su enfoque equivocado a la crisis de la deuda.
He aquí sólo un breve resumen de las estadísticas feas: (1) El Gobierno de Madrid espera que la economía se contraerá un 1,7% en 2012 - su tercera contracción en cuatro años. (2) El desempleo sigue en aumento. Ahora es más del 23%, y el desempleo juvenil está por encima de un asombroso 50%. (3) precios de las viviendas han bajado 22% desde su máximo, y es probable que continúe bajando, tal vez un 20% o más. Esto pone una gran presión sobre los balances de un sector bancario ya inestable.
Obviamente, esto es una economía en peligro grave. ¿Y cuál es la respuesta del gobierno? Más crecimiento asesinato de austeridad. A finales de marzo, anunció su paquete más grave de aumento de los impuestos y los recortes presupuestarios, sin embargo, con el objetivo de reducir el déficit en $ 36 mil millones. ¿Qué pasa? Madrid está muy preocupado por el estado de sus finanzas nacionales. Se pasaba por alto su objetivo de déficit en 2011, y, sin el último paquete de austeridad, lo habría hecho de nuevo en 2012.
Sin embargo, la unidad de austeridad no logran alcanzar lo que pretende hacer: mejorar la posición financiera de España y reconstruir la confianza de los inversores. En cambio, los inversores se han asustado por el deterioro de la economía española. La demanda de bonos del gobierno español era débil en una subasta el miércoles. Desde que el gobierno anunció su más reciente presupuesto de austeridad, los rendimientos de sus bonos han subido, una señal de que los inversores ven como más riesgosos. Los rendimientos de los bonos a 10 años saltó por encima de 5,6%, la más alta desde enero. ¿Y por qué es eso? Bueno, por llenar el tanque de la economía, las medidas de austeridad están haciendo la situación financiera de España más débil, no más fuerte. A pesar de su presupuesto de austeridad nueva, Madrid estima que el ratio de deuda-PIB se incrementará en el año 2012, casi el 80% del 68,5% en 2011. En pocas palabras, España se está moviendo hacia atrás.
Mientras tanto, lo que las medidas de austeridad que lograr es un mayor daño a las perspectivas de crecimiento de España. Nuevos impuestos y el gasto público reducido aún más inhiben cualquier esperanza de que la economía de España puede dar la vuelta. El desempleo va a subir aún más, la reducción de los ingresos fiscales y de infligir más sufrimiento al pueblo español. Así, la muerte en espiral. Al sofocar el crecimiento, la austeridad es lo que hace más difícil para Madrid, para cumplir con sus objetivos presupuestarios y estabilizar los niveles de deuda. Por lo tanto, se introduce una mayor austeridad para cumplir con esas metas. Y que a su vez debilita el crecimiento aún más, empujando a los objetivos más lejos. Y así sucesivamente. Y así sucesivamente.
Esto es sólo el resultado de operaciones matemáticas sencillas. Digamos, por ejemplo, tenemos un país con un PIB de 100 dólares y la deuda pública de $ 100. Por lo tanto, tiene un ratio de deuda-PIB del 100%. Ahora digamos que queremos reducir esa proporción a 90%. Podemos lograr que las dos formas. Podemos reducir la cantidad de la deuda a $ 90.Pero si la economía se está contrayendo, tendríamos que reducir la deuda aún más para cortar la relación. Digamos que el PIB se contrae a $ 90. Eso significa que tendríamos que reducir la deuda de $ 81 para cumplir con nuestro objetivo del 90%. Ahora vamos a voltear nuestra matemáticas de todo un poco. Podemos llegar a nuestra relación de 90% por el aumento del PIB a cerca de $ 111, sin cortar el monto de la deuda en absoluto. El crecimiento puede fijar la posición financiera de un país tan bien como la austeridad. Preferiblemente, un país como España podría estabilizar sus finanzas con una mezcla de ambos.
Pero los líderes de la zona euro parecen haber olvidado la importancia del crecimiento para resolver la crisis de la deuda. A pesar de palabrería sin fin sobre la estimulación del crecimiento, toda la atención en Berlín y Bruselas ha sido de un solo lado de la ecuación - la austeridad. Cuando España anunció que no cumpliría con su objetivo de déficit 2012 recientemente, sus socios de la zona euro no tuvo piedad. Objetivos de déficit de la zona euro triunfó sobre cualquier preocupación sobre el desempleo en España. En vez de reconocer el sufrimiento extremo de su español hermanos de armas, que criticó a Madrid y presionaron al gobierno para que el recorte del presupuesto adicional. El gobierno de Madrid, por temor a una ruptura con la plana mayor de la zona, se vieron obligados a reducir aún más profundo. La zona euro es, en efecto, la administración del veneno de matar a uno de sus más orgullosos miembros.
Lo que el dolor en España muestra es la locura del muro de Berlín con respaldo, basado en normas, la austeridad enloquecido por la respuesta a la crisis de la deuda. Sí, España es responsable de sus propios problemas. Pero España no es Grecia, tampoco. A diferencia de Grecia, España no tiene una historia de irresponsabilidad fiscal. Sus problemas son en gran medida un síntoma de la crisis financiera global. Y el resto de la zona euro no puede ignorar el papel que la unión monetaria está jugando en la situación de España, también. La incapacidad de España para depreciar su moneda o el control de su propia política monetaria se va del país sólo con una reducción real de los salarios y los costos para recuperar la competitividad.
¿Y qué ayuda ha recibido de España de la zona euro? No mucho. El Banco Central Europeo intervino en los últimos meses para inundar el sector de la zona euro financiero con préstamos baratos. Eso llevó a la presión de un sistema bancario tensa, y llevó a las compras de los bancos grandes de los bonos del gobierno, reduciendo los costos de endeudamiento, al menos temporalmente. Pero eso no es una solución real. La acción del BCE no va a mejorar la fortaleza subyacente de los bancos o soberanos. Más fuertes de España socios de la zona euro se niegan a tomar las medidas para estimular el crecimiento o llevar a cabo el tipo de reformas liberalizadoras que podrían dar un impulso a las perspectivas de la región, y así ofrecer un salvavidas a las economías más débiles como España.
A medida que España se deteriora, las posibilidades de que el país que exige un rescate al estilo griego que podría enviar ondas de choque a través de toda la economía mundial va en aumento. Pero incluso si España no tiene un problema de solvencia, el país se enfrenta a años de problemas económicos. Aún más, el destino del país es una acusación de experimento de Europa con la unión monetaria. Cuando me informan en Europa, a menudo me dio una conferencia que, como un yanqui, no me es posible apreciar la motivación detrás de la introducción del euro. Miro el ejercicio simplemente en términos de costos y beneficios, pero el euro, me han dicho, es algo mucho más - un instrumento que transmita paz y la democracia.
Mi respuesta a eso es que el euro está fallando en ambos casos. No ha ayudado a convertir a Europa en una economía fuerte y competitiva capaz de contender con los EE.UU. o un aumento de Asia. ¿Y dónde está la camaradería supuestamente detrás de elevada misión del euro? Lo que veo es cada vez más antidemocrático de Europa, donde los países se ven obligados a tomar medidas irracionales por los vecinos autoritarios para preservar una oferta de moneda común algo bueno a cambio. La unión monetaria se ha convertido en un lugar donde los países que se benefician de euro engordan y se niegan a compartir el botín con sus compatriotas mueren de hambre. Eso es una especie de "paz y la democracia" que se puede prescindir.