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miércoles, 7 de agosto de 2024

Putin, Maduro, Zapatero y Sanchez.

 

El mundo del poder hacia autocracia gira,

de líderes tozudos, de  constante mentira.

Putin, en Rusia, su mano de hierro,

conduce el destino en un camino incierto.


Maduro en Caracas, 

el caos, la sombra,

proclama su elección,

 actas no publica,

pero  oposición,

 brutalmente represariada,

difusión de actas reclama.


Zapatero a Maduro ayuda, escondido, cambiante;

soñaba, aumento patrimonio en nubes,

 pero, ¿qué fue del buenismo y del talante?

Amortajado en ataud, entierro antaño, ¡Escucha votante!

Sin Dios, ni el pueblo mediante.


Como si Drácula mismo encarnara,  

buenismo y talante en su ataúd yace, en fin,  

tras vampirizar a España sin confín,  

siete años largos su sombra alargara.


El sueldo de unos, cinco por ciento,  

de otros la pensión, cruel se llevaba,  

dos millones y medio, sin empleo hallaba,  

parados en miseria, por boca chica, su tormento.


Autónomos y empresas se agotaron,  

negocios, cual sangre, les chupó entero,  

quedando los demás, en su desespero.


Cinco años más trabajar demandaron,  

jubilarse en un futuro incierto,  

si cobramos, será milagro cierto.


Sánchez en Moncloa, con mentiras e injusticia,    

un aire de Chaves, Zapatero e Iglesias insuflan y muta.

Autocracia en sus ojos, creyendo ser Rey, por momentos,

un poder de bloques, con la mitad, sin un acuerdo.


Sánchez crea bloques, muros,

acepta promesas separatistas,

 por poder, se arrastra.

Susurra mentiras al presente y futuro,

gobierna para media patria.


Con ladrillos de palabras,

levanta paredes altas,

separa sueños y esperanzas,

divide en mitades la España.


Traiciona lo prometido al votante,

por Moncloa todo, engaña,

promete un futuro brillante,

a base deuda y más deuda,

ruina del mañana,

nuestros niños y jóvenes,

si un buen trabajo quieren,

a la emigración señala.

No aplica,

misma medicina,

para su casa.



Un país partido en dos,

donde el eco del engaño danza,

gobiernan independentistas, 

Sánchez  pone voz,

pero su pretendido, reino, 

con judicial atasca.


Para unos, sol y luna,

para otros, solo distancia,

en esta patria dividida,

la verdad se vuelve escasa.


Se proclama con cuernos y rabo.

Y sí, se le ve cabrón.

(Mucho cuerno,

y rabo corto).


En unión,

Bambi y el Cabrón, 

van a dejar la piel de toro,

rasgada, expoliada y sin solución.



La historia los juzga, el tiempo los pesa,

sus nombres tiranos, se graban en dura corteza.

¿Es autocracia su marca, su sello,

o un nuevo orden, en un mundo tan bello?


El pueblo observa, con ojos despiertos,

buscando justicia en sus cielos abiertos.

Poder con arma de la mentira,  insistente,

se cierne, se instala, se vuelve presente.


En cada decisión, en cada votada,

la autocracia danza, bien enmascarada.

Putin, Maduro, Zapatero y Sánchez,

hilos de un tapiz que el presente ensombrece.


La historia sigue, el verso se extiende,

y en sus gobiernos, la autocracia se enciende.

Autocracia electoral o dictablanda, línea sutil,

marcan a sus pueblos, estos líderes,

con un futuro servil.