Grecia ya no es el único motivo de preocupación en la zona euro. Italia, con una deuda de más de 1,6 billones de euros y crecientes dificultades para acceder al crédito –con tipos de interés del 6,4%-, aparece como el siguiente eslabón débil de la cadena.
Para evitar un contagio a la tercera economía europea, y tranquilizar a los mercados, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) van a colocar a Italia bajo control.
La decisión, adoptada de común acuerdo durante la cumbre del G-20 que se celebra en Cannes, ha sido aceptada por el primer ministro italiano, SilvioBerlusconi, pese a que Italia no va a recibir por el momento ninguna ayuda financiera internacional.
El FMI y la Comisión Europea enviarán, en consecuencia, cada tres meses a un equipo de expertos a Roma para supervisar el avance de las reformas comprometidas por Silvio Berlusconi en la cumbre de Bruselas del 26 y 27 de octubre, en particular las reformas de las pensiones y del mercado de trabajo, y el programa de privatizaciones.
El control no es tanto sobre el contenido de las medidas, como de su efectiva puesta en práctica.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy –presidente de turno del G-20-, había expresado ya el jueves su "total confianza en la economía italiana", eludiendo cualquier apoyo personal al primer ministro italiano, lo que contrasta con sus elogios –reiterados durante la cumbre- a la responsabilidad del Gobierno español y la oposición del Partido Popular.
Los países de la zona euro, capitaneados por Sarkozy y por la canciller alemana, Angela Merkel, acordaron en las horas previas al inicio de la cumbre del G-20 acelerar las medidas decididas en Bruselas, y en particular la ampliación de la dotación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) –que debe pasar de 440.000 millones de euros a un billón-, con el fin de evitar que la crisis abierta en Grecia por el anuncio del controvertido referéndum no se extendiera a otros países, como Italia o España. Y tranquilizar, así, a la comunidad internacional.
El resto de países del G-20, sin embargo, decidieron intervenir activamente en la resolución de la crisis europea, que a la larga amenaza con arrastrar a todo el mundo a una nueva recesión económica.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya había expresado nada más llegar a Cannes que la crisis de la zona euro era el principal problema que debía abordar la cumbre del G-20.
El problema no era ya Grecia –que sólo representa el 2% del PIB de la UE-, sino la extensión de la crisis a otros países. "Necesitamos construir un cinturón de protección y el FMI debe tener un papel de apoyo importante", explicó.
Tras la cena oficial del jueves, el presidente norteamericano se reunió durante una hora con todos los dirigentes europeos presentes en Cannes para abordar la situación de la zona euro.
En la reunión participaron Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, Silvio Berlusconi; el presidente del Gobiero español, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Eurpoea, José Manuel Durao Barroso.
Para que este "cortafuegos" funcione, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera será reforzado desde el exterior. Francia hubiera querido asociar al Banco Central Europeo (BCE), pero como siempre que se pretende ampliar el papel del banco dirigido ahora por el italiano Mario Draghi ha topado con la hostilidad de Alemania y del propio BCE.
Debido a esto, una de las ideas que se ha avanzado es movilizar los fondos de que disponen los propios países europeos en el FMI, una solución que tiene el favor de Estados Unidos y los países emergentes.
"Para que el plan global de Europa tenga éxito, Europa tiene que estar en el centro. Tiene que movilizar los recursos muy sustanciales de que dispone y demostrar la voluntad política que todos sus líderes han manifestado", afirmó al respecto la vicesecretaria de Estado norteamericana del Tesoro, Lael Brainard, desde Washington.
"Dicho esto, hay un papel para la comunidad internacional, y el FMI está mucho mejor dotado hoy que en 2009, cuando apoyamos la ampliación de sus recursos", añadió.