lunes, 17 de octubre de 2011

Mira dentro, antes de mirar fuera ¿Esta es una administración de los recursos deseable? Administraciones, en general, que no pagan, pero parece que sí dilapidan.

Los abogados, entre nuestros “entretenimientos” diarios, tenemos el de la lectura del BOE. No siempre es una lectura pausada, siquiera atenta. En muchas ocasiones se limita a los títulos de las secciones en las que se desarrolla nuestra labor profesional.
Con esto me quiero excusar porque no fuera hasta hoy, cuando un amigo me ha enviado un extracto del BOE publicado el pasado día 12 de agosto, en plena canícula veraniega, que me he dado cuenta de la Resolución que da pie a esta entrada.
Ese día de agosto, el BOE publicaba la Resolución de 29 de julio de 2011, de la Presidencia de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en la que se anunciaban una serie de subvenciones y ayudas de cooperación internacional concedidas en el segundo trimestre del año 2011.
El importe prácticamente alcanza los 92 millones de euros.
Entre las diferentes iniciativas a subvencionar, unas más loables que otras, sin duda a expensas de las opiniones y creencias propias, destaco las siguientes:
Desarrollo y fortalecimiento del turismo rural comunitario en el Perú, 168.480 euros. Programa de descentralización y reforma del estado de la República de Perú, 550.000 euros.Fortalecimiento de la cámara de diputados en el desempeño de sus funciones, fase III 95.000 eurosSubvención para analizar las causas de las divisiones que ponen en peligro la paz y propone una serie de medidas concretas de carácter político, 650.000 euros. Beneficiario: Alianza de Civilizaciones.Financiación del proyecto “Contra la pena de muerte”, 200.000 euros.
Algunos dirán que es necesario que un Estado sea altruista y colabore al desarrollo de otros países. Estoy de acuerdo.
Lo que ya me cuadra menos es que mientras nuestro Gobierno dona, alguno diría “regala”, 97 millones de euros, en cuestiones tan accesorias como las descritas, cientos de miles de autónomos tengan que cerrar sus negocios porque la Administración no les paga desde hace trimestres. Que mientras el Gobierno dona 92 millones de euros, residencias de ancianos concertadas, tengan que despedir a sus empleados porque la Comunidad Autónoma les debe 80.000 euros (les comento el ejemplo del amigo de un conocido). Que mientras el Gobierno dona 97 millones de euros, Farmaindustria anuncie el despido de 19.000 empleados porque no puede seguir suministrando medicamentos a unos hospitales públicos con una deuda reconocida superior a los 5.000 millones.
 Que mientras el Gobierno dona 92 millones de euros, las PYMES siguen destruyendo empleo porque los Ayuntamientos, las Comunidades Autónomas, el Estado, no les paga lo debido. La deuda reconocida ronda la friolera de 30.000 millones de euros. Estos días una empresa cortaba la electricidad a polideportivos y bibliotecas de la capital de provincia por los impagos acumulados.
Y es que una de las razones de la destrucción de empleo de estos últimos años y muy acentuadamente de este año 2011 y del próximo 2012, se debe y va a deberse a que las empresas se ahogan con facturas de una Administración Pública que no paga. Que no paga, pero parece que sí dilapida.
Donemos, seamos solidarios, pero miremos primero dentro, cumplamos los compromisos adquiridos y seamos justos, simplemente justos, con los propios ciudadanos.
Hay una frase que suele decirse con mucho criterio: “Antes el deber que la devoción”. Es un deber de justicia.

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