Somos partidarios de apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Esperamos
obtener ayuda extranjera, pero no debemos depender de ella. Confiamos en
nuestros propios esfuerzos, en el poder creador de todo de todo el pueblo.
Ser responsables ante el pueblo significa que cada palabra, cada acto y cada medida política deben concordar con los intereses del pueblo, y si cometemos errores, debemos corregirlos.
Si el hombre quiere culminar su trabajo con éxito, es decir, lograr los resultados esperados, tiene que hacer concordar sus ideas con las leyes del mundo exterior objetivo (sintonizar con el pueblo); si no lo consigue, fracasa en la práctica.
Después de sufrir una derrota, extrae lecciones de ella, modifica sus ideas para hacerlas concordar con las leyes del mundo exterior y, de esta manera, convierte el fracaso en éxito: he aquí lo que se quiere decir con la derrota es madre del éxito y cada fracaso nos hace más listos.