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viernes, 28 de octubre de 2011

La mejor forma de castigar al PP y al PSOE es votar a otro partido. No te astengas

Me dices que estás harta de corrupción, de cargos a dedo, de sueldos vitalicios, de que todos los trabajos que te ofrecen te exijan ocho horas o más de esfuerzo diario a cambio de 420 euros...
Me dices que el 19-N te irás de marcha con tu novio, como cada sábado, y que cuando te levantes con resaca, como cada domingo, pasas millas de ir a hacer el canelo a ningún colegio electoral. A tu novio, el moderno y enrollao, se la pela votar, y tú no vas a ser menos.
Querida: el Parlamento tiene 350 escaños. Ninguno se queda vacío, nunca. Si te abstienes, tu no voto no cuenta en el sistema electoral, ni para mal ni para bien. Tu no voto va al partido más votado, y punto. (Si votas nulo, por cierto, el efecto es el mismo). Vuestra actitud no es ninguna manifestación de rebeldía contra el sistema. Muy al contrario, supone la postura más pro sistema que hay. Sois un par de burgueses y ni siquiera os habíais enterado. Muy fuerte lo vuestro.
Piensa en las pasadas elecciones catalanas: la ganadora absoluta fue la abstención: 48%. Casi la mitad de los catalanes no votaron. Es decir, CiU no se llevó el 30% de los votos de los catalanes. En realidad, sólo le han votado el 15% de los catalanes. Pero sí se ha llevado el 30% de los escaños. CiU está gobernando a los catalanes pese a que el 85% de los catalanes en realidad no les apoya.
En el referéndum para la Constitución europea, casi el 60% de los españoles se quedó en casa. Fue la participación más baja de toda la historia de la democracia. Y la tal Constitución se aprobó pese a que a los españoles nos la trajera floja.
¿Que te planteas votar en blanco? Nena, cuidado con la laca del cardado, que te está afectando a las neuronas. En España no se utiliza un sistema proporcional normal y lógico, en el que cada partido se lleva el tanto por ciento de escaños que ha conseguido en las urnas. En España utilizamos una complicada fórmula matemática, la ley D’Hondt, con una regla de salida básica: si no llegas al 3% de los votos, no entras en el juego (en Valencia, el 5%). Los votos en blanco, aunque no se le reparten a nadie, sí que hacen el saco de votos más grande, con lo que los porcentajes se hacen más pequeños. Así que votar en blanco hace más difícil a los partidos pequeños llegar a obtener escaños, o lo que es lo mismo, hace más fácil a los partidos mayoritarios obtenerlos.
Si tú y tantos como tú votáis, diversificaréis el voto. Y si diversificamos el voto, la ley D’Hondt se hará más difícil de aplicar y menos abusiva. El panorama posible ahora es el de repartir los escaños entre cinco partidos: PP, PSOE, IU, Equo y UPyD. Los tres últimos quedarían eliminados o no muy bien representados debido a la ley D’Hondt. PP y PSOE se repartirían el 70% de los votos restantes. Pero si tú y tantos como tú votan, esos dos partidos ya no lo tendrán tan fácil: favoreceríais que la representación en las cámaras autonómicas y los ayuntamientos fuera más equitativa, y el debate político no sé si más justo, pero desde luego sí más entretenido.
Te propongo que te informes. Hay otros partidos que ni siquiera conoces, cuyo programa no has leído. Vota, lo que sea, pero vota. Eso sí que sería enrollado y molón.

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