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miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Europa considera realmente que puede darse un impago de España?


Europa está diseñando una recapitalización bancaria ligada a la exposición de cada banco a la deuda pública y, simultáneamente, busca una solución al segundo rescate de Grecia. Dos procesos interrelacionados, pero distintos.
¿Europa considera realmente que puede darse un impago de España? 
No. La Comisión Europea, en colaboración con la Autoridad Bancaria Europea (EBA), está realizando un ejercicio teórico para determinar las necesidades de capital de la banca. Es un plan de reforzamiento para restaurar la confianza en el sector. En el marco de ese ejercicio y para recoger el impacto de la crisis de deuda soberana, la Autoridad Bancaria quiere aplicar descuentos de valoración a los bonos emitidos por los países periféricos europeos.
¿La Autoridad Bancaria ha fijado ya las rebajas de valoración que aplicará? 
Oficialmente, no. La propuesta de la EBA tiene que contar con la aprobación de los gobiernos europeos. Éstos están negociando con el objetivo de que el ejercicio perjudique lo menos posible a sus respectivos sistemas financieros. Se espera que los países lleguen a un acuerdo antes de la cumbre que se celebra el domingo, pero no está claro si habrá pacto.
¿Qué devaluaciones descuenta el mercado que se apliquen? 
Las especulaciones apuntan a una rebaja (haircut) del 60% para los bonos griegos, del 40% para los títulos emitidos por Portugal e Irlanda, y del 20% para Italia y España. Aunque se confía en que la rebaja de la deuda española sea finalmente menor.
Aunque sea una rebaja “teórica”, ¿tendría impacto real en la banca? 
El impacto sería importante por la elevada cuantía que el sector tiene invertido en deuda pública: 230.000 millones en el caso de la banca española. Se pondrían de manifiesto millonarias necesidades de capital, hasta 300.000 millones de euros en toda Europa, según algunos cálculos. Para reforzarse, los bancos podrían reducir su balance y el flujo de crédito. O ampliar capital con fuertes descuentos de precio, dilución para los accionistas y recorte de dividendos. O, como última vía, la nacionalización.
¿También habría repercusiones en la economía? 
Al margen de la reducción del crédito, si los bancos se ven penalizados por tener deuda pública periférica, no comprarán títulos soberanos y los países con debilidades tendrán aún más problemas de financiación. A su vez, si hay que aportar más capital público al sector, la situación fiscal de los gobiernos empeorará todavía más.
¿La situación de Grecia es comparable? 
No. Con indepedencia de la rebaja que se aplique a los bonos helenos en el ejercicio de la EBA, Grecia es el único país europeo que va a hacer una quita real de su deuda. En estos días se está negociando la participación del sector privado en este proceso. Frente a la quita del 21% pactada en julio, ahora se baraja incrementar ésta hasta el 50%.
¿Qué argumentan los supervisores y gobiernos ? 
Los supervisores y organismos internacionales creen que la crisis de deuda ha provocado un cambio en la valoración del riesgo soberano por parte de la banca. El FMI puso el dedo en la llaga hace un mes: si se advierte un aumento del riesgo en los bonos de países a los que la normativa bancaria asigna un riesgo cero, la banca puede reservar más capital por estos activos por prudencia. Pero los bancos no lo han hecho.
¿Cuál es la lectura última de la crisis? 
La banca debe reforzarse en los buenos tiempos, con colchones de capital, provisiones y liquidez. Es la base de Basilea III, reforma muy criticada por las entidades. Aunque los supervisores lo tienen claro: se necesitan bancos que ofrezcan menores rentabilidades y que, de pecar en algo, sea de exceso de capital.
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