miércoles, 15 de junio de 2011

Ángel Cano: "Hay que dar más velocidad a las reformas pendientes para acelerar el crecimiento y generar empleo"

“El país debe garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas, lo que obliga a profundizar en la consolidación fiscal de las comunidades autónomas y garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones”
“España cuenta con una hoja de ruta que apuesta por un terreno de juego más equilibrado, con la conversión de las cajas en bancos, la capitalización privada de las entidades más fuertes y un modelo de gobernanza más eficiente y transparente”
“Sólo las entidades financieras que evolucionen y se anticipen lograrán sobrevivir”, afirma el consejero delegado de BBVA
El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, afirmó hoy que “a pesar de los avances experimentados en nuestro país, la realidad es que no hay margen de error; hay que dar más velocidad a las reformas pendientes para acelerar el crecimiento y generar empleo. Ángel Cano pronunció  una conferencia en Sevilla bajo el título ‘Retos y oportunidades en el sistema financiero español’ en el marco de los ‘Encuentros 2000’ que organiza la Fundación Antares Foro. También apuntó que aún queda mucho por hacer en la reestructuración del sistema financiero y que “no debe haber demoras en el proceso”.

Ángel Cano analizó la situación económica de Europa tras el desencadenamiento de la crisis de la deuda soberana y dibujó la posición de España en ese entorno. En su opinión y, una vez que se han empezado a tomar medidas de ajuste, se han definido tres grupos de países: Los de Europa Central, que siguen siendo el motor de crecimiento a pesar de algunas incertidumbres; los países que han sufrido un fuerte ajuste de la actividad, pero van en la dirección correcta; y los tutelados por la Unión Económica, que son los tres –Irlanda, Grecia y Portugal- que solicitaron un plan de rescate internacional.

“Con todo y, a pesar de la heterogeneidad, Europa en su conjunto está mejor que hace un año, si bien aún queda mucho camino hacia la normalización, hacia una Europa más fuerte y cohesionada”, dijo.

En este marco, Ángel Cano destacó que se ha producido un cambio de percepción sobre España en los últimos meses que nos ha permitido diferenciarnos de otros países periféricos con los que nos venían asociando. “Además de los avances registrados a nivel supranacional en Europa, también han contribuido a ese cambio los avances experimentados a nivel nacional, aunque no son suficientes”, señaló.

Aunque recordó que “España aún no ha recuperado la senda de crecimiento necesaria para generar empleo y volver a estar en el centro de la Unión Europea”, incluyó en ese paquete de avances las adoptadas en el ámbito laboral –“claramente insuficientes”-; la disminución del coste y de la burocracia para las empresas más pequeñas; los esfuerzos para cumplir el objetivo fiscal en 2010 y evitar la aparición de desequilibrios en el futuro; y los cambios producidos en la situación del sistema financiero, “aunque más lento de lo que nos gustaría y en menor profundidad”.

 “A pesar de los avances, la realidad es que no hay margen de error. Hay que dar más velocidad a las reformas pendientes y retomar la senda de crecimiento potencial”, afirmó el consejero delegado de BBVA, quien pasó a identificar los tres ejes sobre los que deben girar las reformas futuras en España: potenciar el crecimiento, para lo que se debe mejorar la productividad y la competitividad del sector privado; la consolidación fiscal, que obliga a profundizar en la consolidación de las comunidades autónomas y garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones; y recuperar la eficiencia y solvencia del sistema financiero.

“Todas estas medidas no sólo reducirán la prima de riesgo del país, sino que son irrenunciables para lograr reducir la actual tasa de paro, que es lisa y llanamente inaceptable”, subrayó.
           
En la segunda parte de su intervención, Ángel Cano se refirió más concretamente a los retos del sistema financiero. “Al igual que para España como país –señaló-, la situación en el sistema financiero español ha cambiado significativamente en el último año, con avances en la dirección adecuada, pero aún con muchas cuestiones por resolver”.

Reestructuración del sistema financiero

En su diagnóstico del sistema financiero, explicó que, aunque es sólido y sostenible en el tiempo, cuenta con una gran heterogeneidad. En esta línea, señaló que las incertidumbres existentes hace un año se han ido reduciendo poco a poco porque las necesidades de recapitalización estimadas por el Banco de España para algunas entidades estás acotadas y son perfectamente asumibles –“no superarían el 5% del PIB, incluyendo las necesidades actuales y las futuras hasta 2013”-.

“Por otro lado –aseguró-, se ha iniciado un proceso de reestructuración que va en el camino correcto. El objetivo es un sistema financiero fuerte, solvente y eficiente que contribuya a la recuperación de la economía en el corto, pero que a la vez sea un elemento estabilizador en el futuro. Y para ello debemos ser ambiciosos con la reforma emprendida”.

A su juicio, la crisis financiera ha servido para poner de manifiesto las virtudes de algunos modelos de negocio y las debilidades de otros. En ese punto, el consejero delegado de BBVA identificó algunas variables críticas en esta crisis que han sido gestionadas de forma desigual por las entidades: la diversificación de ingresos, tanto por tipo de negocio como por geografías; la estructura de balance o el modelo de gobernanza. “Las profundas diferencias entre entidades nos han puesto en bandeja la necesidad de una reforma del sistema financiero español”, afirmó Ángel Cano, quien comentó que ha habido avances significativos en materia de regulación que ya están empezando a traducirse en resultados en asuntos como:

“Sobrecapacidad: Se ha reducido el número de entidades, pero con esto no está resuelto el problema en su totalidad; queda un largo recorrido en términos de reducción del número de oficinas.
Recapitalización: el problema ya está acotado, pero queda por ver cómo las diferentes entidades cumplen con sus planes estratégicos y su capacidad de atraer inversores privados.
Dependencia del BCE: se ha reducido de forma notable; se tomó como una medida en respuesta a una situación extraordinaria y, por tanto, debería ir desapareciendo con el tiempo”.
A su juicio, España cuenta con una hoja de ruta que apuesta por un terreno de juego más equilibrado, con la conversión de las cajas en bancos, la capitalización privada de las entidades más fuertes y un modelo de gobernanza más eficiente y transparente, en el que el FROB juega un papel fundamental.

Pero, según el consejero delegado de BBVA, queda mucho por hacer: “No debe haber demoras en el proceso, la velocidad debe ser una variable crítica. Los planes de recapitalización de las entidades se han aprobado, pero hay que ver como se implementan. Además, hay que terminar de sanear los balances para disipar todas las dudas sobre el sistema financiero, e incentivar aún más la entrada de capital privado. Los inversores podrían esperar a que el FROB sanee los activos para entrar después, puesto que la gran incertidumbre es conocer el valor real de las entidades”.

Para Ángel Cano, el sector financiero no debe de perder de vista el objetivo de llegada y los principios rectores que deben regir todo el proceso. “En términos de regulación –dijo-, debemos aspirar a medidas integrales y consistentes que eliminen la disparidad entre países y, dentro de un mismo país, garanticen la equidad y destierren el arbitraje regulatorio que tanto daño ha causado. Y, además, hay que poner los mecanismos necesarios para que la supervisión sea efectiva”.

“En el ámbito de la industria financiera debemos afanarnos por conseguir un sistema autosuficiente que elimine la utilización de fondos públicos para solventar una mala gestión privada y que anteponga el interés público sobre el interés particular”.

Terreno de juego equilibrado

En esta línea, añadió: “España necesita un sistema financiero equilibrado, que contribuya a un crecimiento sostenible de la economía, dando crédito a los sectores con mayor proyección y controlándolo en los sectores más apalancados y sobredimensionados. En definitiva, todo lo anterior contribuirá a que las entidades sean más eficientes, más solventes y más transparentes, compitiendo en un terreno de juego más equilibrado”.

Ángel Cano recordó que una vez superada la crisis, la banca seguirá teniendo retos, con tres fuerzas que marcarán el futuro: “A nivel macro nos enfrentamos a un nuevo orden de crecimiento mundial donde los EAGLEs serán el motor de crecimiento. Los cambios de las dinámicas tanto de oferta como demanda darán lugar a un entorno mucho más competitivo y finalmente, habrá un entorno regulatorio mucho más exigente en términos de capital, liquidez y protección del consumidor. En definitiva, mayor presión sobre la rentabilidad, pero también mayores oportunidades para diferenciarse”.

En este sentido, afirmó que, a futuro, habrá una nueva discriminación más allá de la derivada de la crisis, “y sólo las entidades que evolucionen y se anticipen lograrán sobrevivir”. En su opinión, la respuesta de las entidades a ese nuevo entorno pasa, en primer lugar, por la diversificación por geografías y por negocios, lo que debería contribuir a reducir la volatilidad de los resultados, mitigar el impacto de los ciclos, favorecer las sinergias y optimizar el consumo de capital. “Y todo ello redundará en mayores niveles de rentabilidad y en mejoras de la eficiencia y recurrencia de resultados”, subrayó.

En segundo lugar, triunfarán las entidades que sepan evolucionar constantemente sus modelos de negocios. Y en este punto tienen que trabajar en torno a cuatro ejes:

•Capital: con una gestión más avanzada y muy estricta.
•Riesgos estructurales de balance: con el objetivo de reducir la vulnerabilidad a los ciclos.
•Capacidad y eficiencia de la distribución, donde la tecnología jugará un papel fundamental.
•Afianzamiento de las ventajas competitivas en cada área geográfica o segmento.

“Y, finalmente, la tecnología será clave -ya lo está siendo- para aquellas entidades ganadoras, transformando por completo la forma de hacer banca. Se avanza en la customización de la oferta del cliente, con precios totalmente personalizados. La distribución integrará el mundo físico y virtual, con una mejora de procesos críticos que redunden en beneficio del cliente. Y en las organizaciones, con un cambio en la forma de trabajar”, explicó.

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