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ESPAÑA, IGUAL HOY QUE AYER |
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ZP intenta anestesiar a la opinión pública con Merkel como parapeto |
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Ana I. Martín |
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Para la prensa alemana ha sido una reunión bilateral más, pero los socialistas la han vendido como el espaldarazo germano. Una frase de la canciller alivió al presidente, pero no al resto. |
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3 de febrero de 2011 | | | | | | Compartir: | |
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| | Merkel afirmó que España va por buen camino, pero aún quedan reformas para mejorar la competitividad | |
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Una breve nota en el Frankfurter Allgemeine y otra en elDie Zeit aludiendo a que Angela Merkel aprovechó su rueda de prensa en España para pedir el fin de la violencia en Egipto. Ése es todo el interés que despertó entre las ediciones digitales de las principales cabeceras germanas la visita-examen de su canciller a José Luis Rodríguez Zapatero.
Lo que para Alemania no ha sido más que una de las muchas cumbres bilaterales que celebran los países de la Unión Europea periódicamente, el Gobierno español lo ha vendido como el espaldarazo de la Miss Marshall alemana a las medidas adoptadas por el socialista. Y no sólo el suyo, sino también el de Nicolas Sarkozy, porque justo antes de la llegada de la canciller La Moncloa se apresuró a pregonar a los cuatro vientos el contenido de una misiva enviada por el presidente francés a su homólogo español en el que le felicitaba por sus "valientes reformas" económicas y le brindaba su hombro: "Sabe que puede contar con el apoyo total de Francia".
Merkel se fue a las seis horas de su aterrizaje y España se quedó exactamente como la encontró: con 4,7 millones de parados y una foto ocupando todas las portadas de los diarios, la de un Zapatero sonriente uniendo su mano a la de los líderes sindicales y de las patronales tras haber firmado un acuerdo que empeorará las condiciones de jubilación de millones de españoles. "Me sorprende que se haga una firma y se celebre y festeje", había dichoMariano Rajoy.
El presidente apenas pudo disimular su alivio tras escuchar, en rueda de prensa, el veredicto de la todopoderosaMerkel: "España ha hecho sus deberes y creo que va por muy buen camino y los mercados toman buena nota". Eso sí, la canciller alemana no se quedó ahí, sino que abogó por una mejora de la "competitividad". Zapatero asintió, pero no concretó cuáles de las medidas propuestas por la mandataria germana hará suyas.
En una entrevista emitida en por TVE la noche del miércoles, Merkel propuso que España ligara los sueldos a la productividad y no a la evolución del IPC: "Los salarios no suben con la inflación, sino cuando se ha ganado algo y hay beneficios", afirmó. Algo que horas después rechazó de plano el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Zapatero, más diplomático, lo dejó ante ella en un ni sí ni no ni todo lo contrario, y pasó la patata caliente a los agentes sociales. La alemana también quiere que todos los países de la eurozona limiten por ley o vía Constitución el déficit público y que aumenten el impuesto de sociedades. Y eso también va por España.
El Gobierno preparó una puesta en escena grandiosa digna de la famosa película de Luis García Berlanga Bienvenido, Mister Marshall. Merkel fue recibida en Zarzuela por el Rey y después se trasladó a La Moncloa para ser recibida con honores militares. Allí, tras escuchar los himnos nacionales de los dos países y pasar revista a las tropas del Batallón de Honores del Memorial del Rey, anfitrión e invitada comenzaron su reunión bilateral, mientras los ministros responsables de Exteriores, Economía, Fomento, Trabajo, Industria y Ciencia e Innovación hacían lo propio.
No sólo eso: en una invitación sin precedentes, Zapatero se llevó al almuerzo a Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo para escenificar que tiene a los sindicatos de su parte (los mismos que el pasado 29 de septiembre convocaron una huelga general en contra de su tijeretazo). En la misma mesa también se sentaron el presidente de la CEOE, Joan Rosell, altos directivos de Telefónica, Iberdrola, Acciona, La Caixa, Deutsche Telekom, RWE y Siemens, el presidente de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB),Michael Sommer, y el de la asociación alemana de Cajas de Ahorro.
Zapatero había asegurado el miércoles en una entrevista publicada en los rotativos alemanes Frankfurter Allgemeine, Süddeutsche Zeitung, Die Welt y Handeslblatt, al hilo del liderazgo de la UE: "Queremos que Alemania no solo juegue en la defensa, sino también en el puesto de atacante central". La cuestión es en qué puesto jugará España, porque tras la breve visita de Merkel poco o nada ha cambiado. |
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