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viernes, 11 de febrero de 2011

BBVA "Las reformas en marcha van en la dirección correcta, pero es necesario continuar con medidas ambiciosas para aumentar el crecimiento"


  • En España -cuyo crecimiento económico se caracteriza por la debilidad de la demanda interna y el impulso de la externa-, BBVA Research prevé que el ritmo de avance de la economía sea débil a corto plazo y que la economía crezca el 0,9% en 2011 y cerca del 2% en 2012
  •  Según BBVA Research, la recapitalización inmediata del sistema financiero mediante la entrada de capital privado aumentaría la credibilidad frente a los mercados internacionales, daría lugar a una mayor eficiencia del sistema y reduciría la presión sobre la deuda pública española
  • Sobre el resto de reformas, BBVA Research cree que ha sido importante la decisión de definir fechas y compromisos concretos para tener propuestas sobre temas tan relevantes como los cambios necesarios en el sistema de pensiones y en el proceso de negociación colectiva
  • El crecimiento de la economía global se mantiene vigoroso tras cerrar 2010 con una tasa de crecimiento del 4,8%. Se prevé que en 2011 y en 2012, crezca un 4,4%
  • El crecimiento de la UEM en 2010 ha sido mayor de lo esperado y, en su conjunto, habría crecido un 1,7%. Para 2011 se espera la misma tendencia, con un crecimiento del PIB nuevamente del 1,7%
“El año 2010 habría culminado con un descenso del PIB en torno al 0,2%. Aunque este crecimiento supone prácticamente un estancamiento de la actividad económica, está por encima de las previsiones existentes a comienzos de 2010. Tanto la composición del crecimiento para el conjunto del ejercicio económico como su evolución en el corto plazo, estuvieron caracterizadas por la debilidad de la demanda interna y el impulso de la demanda externa, notoriamente condicionadas por los cambios en el tono de la política fiscal, así como por la sorprendente fortaleza que están mostrando los fundamentales de las exportaciones españolas, explicó el economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia. La recuperación sostenida y generadora de empleo podría comenzar a producirse durante la segunda mitad de 2011, siendo 2012 el año en el que la economía volvería a crecer en el entorno del 2,0%”, afirmó el economista jefe de España y Europa de BBVA Research, Rafael Doménech.

Toda esta información se recoge en una nueva edición del informe ‘Situación España’, que ha sido presentado hoy por el economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, y por el economista jefe de España y Europa de BBVA Research, Rafael Doménech.

La economía global ha cerrado 2010 con una tasa de crecimiento del 4,8%, como consecuencia del dinamismo de las economías emergentes (entre las que destacan los EAGLES ©) y de la mejora en las perspectivas sobre las economías avanzadas.

Entorno económico global

Sin embargo el crecimiento mundial muestra mucha heterogeneidad entre países. Estas divergencias tienen importantes consecuencias sobre las perspectivas para la economía mundial. Por un lado, la diferencia entre el crecimiento de las economías avanzadas y las emergentes, que implica unas políticas macroeconómicas diferenciadas en ambas regiones. Por otro, la divergencia existente entre Estados Unidos y la UEM, además de la creciente divergencia en el crecimiento dentro de la UEM, que empezará a poner presión sobre la política monetaria común en la región.

Por lo que respecta al crecimiento de la UEM, en 2010 ha sido mayor de lo esperado y, en su conjunto, habría crecido un 1,7%. Para 2011 se espera la misma tendencia, con un crecimiento del PIB nuevamente del 1,7%.

Por otro lado, el resurgimiento de las tensiones en los mercados financieros tuvo su origen en dos factores. El primero, la incertidumbre reinante respecto a la capacidad de las instituciones europeas para abordar la crisis de la deuda soberana; y el segundo, las crecientes dudas acerca de la credibilidad de las pruebas de resistencia al sistema financiero, dada la necesidad de tener que ayudar a los bancos irlandeses poco después de que estas pruebas concluyeran que tenían una capitalización adecuada.

Estos dos desencadenantes se desarrollaron en un entorno de preocupación por la capacidad de algunos países periféricos como Portugal e Irlanda para cumplir sus objetivos de déficit fiscal y a las dudas sobre la capacidad de algunas economías europeas para generar un ritmo de crecimiento suficiente que haga sostenible la carga de la deuda. “Todo esto pone de relieve la necesidad de implantar una solución integral, no sólo para resolver esta crisis, sino también para establecer un mecanismo sólido de prevención y resolución de crisis en el futuro”, afirmó el economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia.
España: situación y perspectivas 

Según el informe ‘Situación España’, tras un uso extensivo y eficaz de las políticas fiscales expansivas durante el periodo más álgido de la actual crisis económica, la economía española emprendió en 2010 un ambicioso proyecto de consolidación fiscal.

En la segunda mitad de 2010, se produjo una aceleración de dicho proceso, introduciéndose nuevas medidas discrecionales y, adicionalmente, adoptándose un calendario de reformas estructurales necesarias para corregir parte de los desequilibrios macroeconómicos acumulados antes y durante la crisis.

Con todo ello, la evolución de la demanda interna ha estado notablemente marcada por la política fiscal, y de forma indirecta, por sus efectos sobre las decisiones de consumo e inversión de los agentes privados. Sin embargo, las exportaciones españolas se han mantenido en terreno positivo desde el tercer trimestre de 2009, consolidándose en 2010, como soporte de la recuperación económica.

No obstante, y según BBVA Research, no se esperan cambios abruptos en el patrón de crecimiento de la economía española a corto plazo. BBVA Research prevé que la economía crezca en torno al 0,9% en 2011, suficiente para crear empleo por primera vez desde el inicio de la crisis, pero no para reducir de forma significativa la tasa de paro, lo que empezará a ocurrir a lo largo de 2012, cuando la economía crezca cerca del 2%.

El escenario previsto por BBVA Research presenta riesgos que van a depender del grado de avance a nivel externo respecto a la creación de instituciones que garanticen una resolución ordenada de la actual y de futuras crisis de deuda soberana.

“Es preciso flexibilizar la utilización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para solucionar problemas de liquidez. Como contrapartida, es necesario avanzar de forma estricta con la consolidación fiscal y en la aplicación de reformas estructurales ambiciosas por parte de los gobiernos que se beneficien de la mayor flexibilidad de este Fondo”, dijo Doménech.

Añadió que para solucionar posibles problemas de solvencia a medio y largo plazo, sería necesario conocer qué países van a ser solventes tras el ajuste que se está llevando a cabo y que países no lo serán, además de tomar acciones encaminadas a reducir la carga de la deuda de estos últimos.

Urgencia del proceso reformador

En el caso de la economía española, según BBVA Research, el Gobierno “debe mantener el sentimiento de urgencia con el que ha abordado en los últimos meses el proceso reformador”.

“No solo se están cumpliendo con los objetivos de estabilidad presupuestaria a nivel agregado, sino que se ha buscado dar mayor información y transparencia sobre la ejecución de presupuesto a todos los niveles de las Administraciones Públicas, y se ha mostrado la credibilidad del Consejo de Política Fiscal y Financiera al actuar con decisión sobre aquellos gobiernos regionales que se han desviado de los objetivos”, afirmó Rafael Doménech.

Respecto al sistema financiero, son destacables las medidas encaminadas a mostrar la solvencia agregada del sistema, cuyas necesidades de capital son acotadas y asumibles para la economía española, concentrándose en un número limitado de entidades.

Además, la mayor transparencia exigida en relación a las carteras inmobiliarias, las nuevas pruebas de resistencia a nivel europeo o el Plan de Reforzamiento del Sector Financiero para acelerar el incremento en los requisitos de capital van en la dirección correcta y deberían despejar las dudas existentes sobre una parte acotada del sistema financiero español, si se implementan adecuadamente y con celeridad.

“La recapitalización inmediata mediante la entrada de capital privado aumentaría la credibilidad frente a los mercados internacionales, daría lugar a una mayor eficiencia del sistema, y reduciría la presión sobre la deuda pública española”, afirmó el economista jefe de España y Europa.

Según BBVA Research, los pasos dados sobre el resto de las reformas necesarias para mejorar la percepción sobre la capacidad de crecimiento de la economía española han sido especialmente alentadores al definir fechas específicas para tener propuestas sobre temas tan importantes como los cambios necesarios en el sistema de pensiones y en proceso de negociación colectiva.

Reformas en el mercado de trabajo y en pensiones

BBVA Research considera que el acuerdo alcanzado por el Gobierno y los agentes sociales ayudará a mejorar las perspectivas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones. Aunque se observan notables similitudes entre la reforma de los sistemas públicos de pensiones español y alemán, el sistema español continúa siendo más generoso.

“Se trata de una reforma sustantiva, que introduce cambios importantes en el sistema. No obstante, dadas la incertidumbres existentes durante los próximos años sobre el comportamiento del empleo, el crecimiento de la productividad y la demografía es conveniente que la evaluación de la reforma se vaya haciendo desde su implantación, aplicando antes de 2027, si fuera necesario, el factor de sostenibilidad, en función de todas las variables que afectan la sostenibilidad financiera del sistema”, afirmó Rafael Doménech.

Según ‘Situación España’, las reformas en el mercado de trabajo deberían servir, además de para crear empleo estable y de calidad, para reducir la incertidumbre, tanto de los trabajadores como de las empresas.

Es necesario proveer a trabajadores y empresas de un mayor grado de flexibilidad, que ayude a que las ganancias de productividad efectivamente se traduzcan en incrementos salariales, y que los ajustes que requieren las empresas para adaptarse a mercados en constante evolución sean menos traumáticos en términos de empleo.

Asimismo y según BBVA Research, “una reforma ambiciosa de la negociación colectiva, supondría que la recuperación económica durante los próximos años podría generar más empleo  y más crecimiento”.

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