Probablemente el grafico más deprimente que se ha publicado en NeG (ver post de Samuel y Luis) sobre la gravedad de la crisis es el siguiente:
En el grafico 1 vemos el tiempo que se tardó en recuperar el nivel de empleo máximo previo en cada una de las últimas tres crisis de la economía española. En la crisis del 76, se necesitaron 52 trimestres (13 años) en recuperar el nivel de empleo con una caída continua de 35 trimestres (más de 8 años). En la crisis del 91, la recuperación se extendió hasta 22 trimestres (5,5 años) y la caída del empleo unos 10 trimestres. Desde el año 2007 el empleo lleva cayendo 15 trimestres (casi cuatro años!!!!), se ha destruido cerca del 12% del empleo total, y no solo no parece que ya hayamos tocado fondo, sino que además parece la crisis más destructiva de todas.
Si hacemos el mismo análisis por sectores, podemos fácilmente identificar donde están las diferencias (en la destrucción de empleo) entre las crisis. Como podemos ver en el siguiente grafico: i) el sector servicios se ha comportado de forma bastante similar a la crisis del 91; ii) la industria un poco peor, pero también es cierto que el sector industrial lleva perdiendo peso en el PIB desde hace décadas.
En definitiva, si replicamos el grafico inicial sin el sector de la construcción, observamos que al menos en términos de empleo la crisis del 2007 no esta siendo tan diferente con respecto a la crisis del 91.
A pesar de las similitudes, sabemos que la salida de esta crisis será completamente distinta a la anterior. Como se ha puesto de relieve muchas veces en este blog, en el futuro ni la construcción tirará del empleo, ni el endeudamiento de la demanda interna. Es más, tardaremos años en digerir las consecuencias del boom inmobiliario: ajustar las cuentas publicas, limpiar los balances bancarios y lo, que es más importante, en reciclar el capital humano del cerca de 1 millón de parados sin formación. Entonces: ¿cómo vamos a salir de esta? A diferencia de la crisis del 91, en esta ocasión, al no poder devaluar la moneda, al no tener al alcance la solución más fácil (burbuja inmobiliaria y crédito barato), no quedará otra salida que implementar, de una vez por todas, las famosas “reformas estructurales pendientes”. Si somos capaces de hacerlo la economía española tiene potencial para recuperar el nivel de empleo previo al inicio de la crisis. ¿Dónde? Una vez que las reformas definan el entorno económico adecuado será la iniciativa privada la que determine los futuros motores de crecimiento. A este respecto, es importante tener en cuenta que tal como muestra el Informe “Una agenda de Crecimiento para España”, elaborado por FEDEA y McKinsey y donde se compara nuestro patrón de crecimiento con el de economías de nuestro entorno, únicamente las actividades relacionadas con los Servicios Locales y los Servicios Profesionales tienen capacidad de crear hasta 2,5 millones de empleos sostenibles.
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