Erik Hanushek y Ludger Woessman han contribuido un excelente artículo al reciente tercer volumen del Handbook of the Economics of Education (Nov, 2010) que resume lo que hemos aprendido de las comparaciones internacionales sobre capacidad cognitiva procedentes de los tests tipo PISA y otros. Los autores argumentan convincentemente que podemos aprender mucho analizando lo que los niños saben, en lugar de, como era habitual en el pasado, examinando simplemente al nivel educativo alcanzado (años de educación). Dada la importancia de factores “ambientales” como la influencia de los padres, parece muy razonable que el nivel de conocimiento alcanzado sea más descriptivo del nivel de capital humano que los años pasados en el colegio.
Hay mucho material en el artículo, y lo recomiendo encarecidamente. No se conforma simplemente con usar la evidencia comparada internacional (que plantea graves problemas de causalidad a la hora de extraer lecciones) sino que usa también los estudios dentro de cada país, que tienen a menudo un carácter mucho “científico” al ser más cercanos al experimento deseado. Resumo aquí muy brevemente las cosas que más me han interesado, que creo que coinciden con lo que Antonio Cabrales (por ejemplo) y otros hemos venido diciendo en NadaEsGratis, con el caveat que requiere una entrada así: estoy resumiendo un artículo de 112 páginas en 50 líneas, o sea que no puedo tener la precisión necesaria; al que le interese un resultado concreto le recomiendo que vaya al artículo.
- La familia y los elementos socioeconómicos son determinantes clave del nivel educativo alcanzado. Para entender la enorme magnitud de esta diferencia, el proxy más interesante (que no es causal, claro, no salgáis despavoridos a IKEA a comprar más estanterias) es el número de libros en casa. En Inglaterra, por ejemplo, la diferencia en el rendimiento escolar entre los niños de las familias con más de dos estanterías de libros y los niños de familias con muy pocos libros en casa (los dos extremos de las cinco categorías disponibles) es de 1,15 desviaciones estándar, o más de tres veces lo que los estudiantes aprenden en promedio durante un año escolar. Incluso en el país con menor desigualdad, Francia, esta diferencia es equivalente a un año de estudios. (p.15)
- Los recursos económicos de la escuela importan poco; la calidad de los profesores mucho. Esto lo hemos comentado a menudo, en particular con gran elocuencia por Jesús en su artículo sobre la escuela de su sobrina en Shanghai. Ni el tamaño de las clases, ni el gasto por estudiante, ni el uso de ordenadores (a menudo negativo) ayudan. Estos resultados no sólo provienen de los (menos fiables) estudios internacionales, sino que son confirmados por los estudios experimentales o pseudo-experimentales. Los resultados son sorprendemente claros y precisos “No hay ningún país para el que ninguna especificación muestre un efecto estadísticamente significativo sustancial del tamaño de la clase. En todos los casos en los que los métodos conducen a una estimación razonablemente precisa, un tamaño del efecto grande puede descartarse con confianza estadística considerable.” (p.22) Las comparaciones internacionales muestran que estos efectos sólo importan cuando los profesores son malos. Eso si, como Hanoushek muestra en trabajos muy recientes, la calidad de los profesores importa y mucho: La diferencia entre un buen y un mal profesor es de un año de aprendizaje en un curso académico. Un buen profesor puede obtener 1,5 años de aprendizaje en un año, un mal profesor 0,5. Es fácil inferir que, si un niño tiene mala suerte y tiene varios profesores malos seguidos, su vida se puede torcer.
- Instituciones: las instituciones, los incentivos, y el gobierno de los colegios, importa, y mucho. En particular, sabemos que los estudiantes aprenden más en países con evaluaciones finales externas y cuando los profesores usan evaluaciones periódicas. Además, la autonomía de las escuelas en decisiones sobre personal y proceso es positiva, mientras que la autonomía sobre presupuestos y materias cubiertas en clase es negativa;(27) esta autonomía es más valiosa cuando se usan los tests externos para evaluar los resultados de los estudiantes. La evidencia (en parte usando una ingeniosa forma de Difs-in-difs) sobre los efectos de usar diferentes “pistas” como en Alemania es ambigua; la desigualdad aumenta, pero no está claro que el nivel final también lo haga.
- Consecuencias para el crecimiento económico: el trabajo presenta una enorme serie de resultados sobre el impacto de los conocimientos adquiridos sobre variables económicas. (La metodología para ello es astuta- consiste en triangular desde EEUU, presente en todos los estudios comparados, para conseguir, por transitividad, comparar otras naciones presentes en diferentes estudios). Pero hay uno que es verdaderamente interesante (y proviene de un estudio anterior de Hanoushek en el AER pero que se muestra robusto en un dataset más amplio):
“Una mejora en estos tests de una desviación estandar (medida a nivel de estudiante en todos los países OCDE en PISA) se asocia con una tasa de crecimiento promedio anual del PIB percápita dos puntos porcentuales mayor durante todo el período de 40 años. Cuando las habilidades cognitivas se agregan a un modelo que sólo incluye los ingresos iniciales y años de escolaridad (columna (1) de la tabla 14), el porcentaje de variación en el crecimiento económico se explica por el modelo (el R2 ajustado) salta desde 0,25 hasta 0,73.”
Es decir, el 73% de la variación de las tasasa de crecimiento económico entra países puede explicarse simplemente con dos variables: nivel inicial de ingresos y nivel intelectual de la población. Claro que esto NO se puede interpretar casualmente, pero es muy, muy persuasivo para mi, por lo parsimonioso.
Todo esto nos sirve para enfatizar un mensaje clave de nuestro blog: el mayor problema al que se enfrenta España no es la deuda, ni el déficit, ni el problema del sector financiero, sino los gravísimos problemas de nuestro sistema educativo (ver aquí y aquí por ejemplo, que reducirán mucho el crecimiento económico en un país que lo necesita urgentemente. Las soluciones, de acuerdo con la evidencia internacional, van estando cada vez más claras: buenos profesores y bien pagados (y aquí las iniciativas para atraer a los mejores estudiantes al sector educativo al modo del exitoso Teach For America, como la reciente propuesta en España“Empieza a Educar”, son muy bienvenidas) y escuelas con autonomía de personal y con sistemas de seguiemiento y control del aprendizaje, son elementos necesarios para una reforma del sistema.
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