domingo, 27 de noviembre de 2011

Empleos de riesgo en la era de Rajoy

Repasamos aquellas ocupaciones que, bien a partir de las promesas o propuestas electorales del PP, bien tomando como referencia las medidas ya adoptadas en comunidades bajo este color político, pueden sufrir bajas en los próximos meses. 

- Funcionarios. Obviamente, todo lo que rodea a los empleados públicos está bajo amenaza. No sólo por eventuales congelaciones en los sueldos, sino por medio de recortes en pagas especiales o en otros conceptos. Algunas autonomías ya han cargado el peso de la culpa sobre la plantilla pública (Cataluña lo acaba de hacer sin irnos muy lejos)

Y todo indica a que en los próximos recortes habrá nuevas medidas sobre este colectivo. Entre otras cosas, porque la supresión de las ofertas públicas de empleo es una medida habitual en estos casos.

Pero, ¿quiénes son los funcionarios? ¿A cuántos españoles afecta? Según el último boletín oficial del Ministerio de Política Territorial (con datos de verano de 2010, ya que no se actualiza desde entonces), España tiene contratadas en sus distintas administraciones 2.680.019 personas.

De todas ellas, pertenecen al Estado 597.021; a las autonomías, 1.346.826; a los ayuntamientos 632.719; y a la universidad, 103.653. 

- Sanidad. Según el mismo boletín oficial, las autonomías emplean a 493.770 funcionarios adscritos al sistema sanitario (además de casi 3.000 personas más pertenecientes al sistema de la Seguridad Social y Defensa).

Esta cifra no sólo incluye a médicos, sino a enfermeros, auxiliares, bedeles, etcétera.

En el mejor de los casos (es decir, que no haya despidos), no se renovarán contratos temporales o no se recurrirán a servicios extraordinarios. 

- Educación. Con unas cifras muy similares a la sanidad, las CCAA emplean a 542.910 personas en este sector (a lo que hay que sumar 7.227 más que pertenecen al Estado).

Y, como con la sanidad, los problemas vendrán por una menor cobertura de las plazas y/o de las bajas, lo que redundará en más desempleo entre los docentes. 

- Servicios Generales. No va a ser una buena época para opositar. En ninguna de las opciones posibles para entrar en la Administración habrá mucha oferta. Más bien al contrario. 

- Academias de preparación de oposiciones. Si hay menos concursos públicos, habrá menos ciudadanos interesados en optar a una plaza de funcionario, con lo que eso significa para las tan florecientes (debido a la crisis) escuelas para opositores. 

- Dependencia. Lo que son las cosas. El que iba a ser uno de los motores en la creación de empleo en España hasta no hace mucho ahora puede ser un almacén de desempleados. Rajoy declaró que la dependencia, tal y como está planteada en estos momentos, "no es viable" y que habría que ajustar los gastos por esta vía. 

La patronal del sector calcula que podrían verse afectados unos 300.000 puestos de trabajosi se echa abajo ahora el sistema. 

- Mundo del cine. El sector del celuloide en España es otro de los que tiemblan ante la llegada de Rajoy. Hasta Antonio Banderas declaró que con los populares se acabarían todas las ayudas. En una industria fuertemente subvencionada como la española, cualquier recorte (aunque sea mínimo) generará nuevos parados. 

- Asesorías y consultoras. El presidente electo ha proclamado una y otra vez que se acabará con todo el gasto superfluo que generan las administraciones, y se han puesto como ejemplo más de una vez las partidas de protocolo, asesores personales, consultores, agencias de prensa... 

- Periodistas de medios públicos. Otra de las propuestas populares: privatizar las televisiones y radios autonómicas. Miles de periodistas, técnicos y personal administrativo dependen de unas entidades que, en cuanto pasen a manos privadas, afrontarán duros ajustes de plantilla. 

- Otros servicios externos. Un ejemplo para empezar: si se reducen gastos superfluos, se reduce también el uso y compra de vehículos oficiales, con lo que eso supone de impacto en concesionarios, talleres, chóferes, guardaespaldas... 

Igualmente, cualquier servicio que se preste a la Administración, desde telefonía a la limpieza, sufrirá algún tipo de impacto.