jueves, 30 de diciembre de 2021

La inflacción subyacente

 Se entiende por inflación subyacente la variación en los precios de los bienes y servicios del IPC, pero excluyendo los bienes energéticos y sin elaborar. Refleja la situación estructural de la economía del país (menor volatilidad) e indica cuándo se debe intervenir en la economía para corregir la inflación.

Desde el punto de vista de la política económica, es importante y necesario utilizar alguna medida de inflación subyacente (underlying inflation o core inflation) dado que recoge la evolución de los precios eliminando los factores erráticos y transitorios

Importancia de la inflación subyacente

La estabilidad de precios se ha perfilado como el objetivo primordial de la política monetaria de la mayoría de los bancos centrales en la actualidad. Por este motivo, la medición adecuada de la tasa de inflación y la realización de un diagnóstico adecuado de las tendencias inflacionistas son cuestiones clave para las autoridades monetarias.

A pesar de que la estadística más utilizada para medir la tasa de inflación es el índice de precios de consumo (IPC), la variabilidad que muestran los precios de consumo a corto plazo hace necesario que los bancos centrales incorporen a su análisis de la inflación alguna medida que capte los movimientos más permanentes de esta como las medidas de inflación subyacente o núcleo inflacionista. Estas medidas ayudan a interpretar la evolución a corto plazo de los índices de precios, eliminando o depurando aquellos movimientos que, presumiblemente, sean transitorios o que, sobre la base de algún tipo de criterio, no sean atribuibles a un cambio en el nivel general de precios. Por este motivo, es importante medir la inflación subyacente.

Además, este tipo de indicadores tienen dos ventajas importantes para saber si es necesario que las autoridades monetarias intervengan en la economía (por ejemplo, subiendo los tipos de interés si sube la inflación). Por un lado, la inflación subyacente tiene una mejor capacidad predictiva sobre la evolución futura de la inflación y, como ya se ha comentado, los bancos centrales persiguen el objetivo de estabilidad de precios a medio plazo. Por tanto, no deben modificar su política monetaria ante factores exclusivamente transitorios. Por otro, la política monetaria tiene efectos sobre el conjunto de la economía (por ejemplo, a través de su efecto sobre la demanda agregada) pero no es eficaz para corregir aquellos factores inflacionistas que tienen su origen en la situación de un mercado concreto (por ejemplo, el de la energía).

Por tanto, la intervención de la política económica es más necesaria cuando la inflación subyacente recoge una tendencia alcista de los precios persistente y duradera.

Medidas de inflación subyacente

Una vez expuesta la importancia de la inflación subyacente en el análisis monetario, es preciso señalar que no existe una definición única del mismo, que sea generalmente aceptada, ni todos los enfoques que se emplean para su obtención incorpora toda la información relevante. Por todo esto resulta conveniente examinar las distintas medidas disponibles. Estos indicadores se calculan a partir de metodologías distintas basadas en la exclusión de componentes, la mediana o la media.

Las medidas basadas en la exclusión de componentes, se caracteriza por excluir aquellos precios afectados por las condiciones específicas de sus mercados y con elevada volatilidad.

En este sentido, lo más habitual es excluir los precios alimenticios (todos o solo los no elaborados) y la energía, pero en algunos países se excluyen otras categorías, como las que incorporan los pagos de intereses, los impuestos indirectos o los servicios públicos (con precios administrados), por motivos diversos.

El más usado en España es el IPSEBENE, que excluye los precios de los alimentos no elaborados y el de la energía. Con este índice se puede analizar el núcleo más relevante de los precios y conocer la evolución futura de la inflación, comprobando si las medidas de las autoridades tienen efecto.

Estas medidas, como el IPSEBENE, tiene como ventajas, la transparencia, la fácil comprensión por el público y facilidad de cálculo, y el hecho de que no cambia con nuevos datos y que predice bien el IPC.

No obstante, también presenta inconvenientes como la exclusión de ciertos componentes que puede llevar a no considerar información relevante mientras que sí se incluyen otros precios que también incorporan elementos económicos específicos.

Las medidas basadas en las propiedades de la distribución cross-section de los cambios de precios se corresponden con la idea de que en la estimación de una medida de núcleo inflacionista tiene sentido modificar los pesos de los diferentes precios para obtener una señal más clara del cambio en el nivel general de precios. Esto es así porque hay evidencia de que los cambios en los precios individuales presentan un grado de asimetría (y de curtosis) elevado debido a diferentes shocks que pudieran afectar a los precios, y hacer que estos sean asimétricos. Así nos encontramos con estimadores como la media truncada donde se excluye del cálculo un porcentaje similar de variaciones de precios a cada lado de la distribución; y la mediana ponderada, cuando el porcentaje excluido es del 50 % a cada lado.

Las medidas basadas en la evolución temporal de las series de precios tratan de identificar el componente común de la variación en los precios aprovechando las propiedades de las series temporales de los índices de precios, llegando a obtener la inflación tendencial.

Por último, otros indicadores son la inflación permanente y la inflación latente, ambas compatibles con la noción de que la curva de Phillips es vertical a largo plazo, de forma que no existe trade off entre producto e inflación.

En la inflación permanente se identifican aquellos shocks que afectan a la inflación a largo plazo, con un efecto permanente sobre esta variable, y con ellos se construye la medida de núcleo inflacionista, mientras que en la inflación latente, se identifican aquellos shocks que no afectan al producto a largo plazo, construyéndose con ellos la medida de inflación latente.

Indicadores de inflación en España y la inflación subyacente

La medida de la inflación puede ser distinta en función del indicador utilizado, por lo que es importante concretar cómo se va a medir si se está cumpliendo o no el objetivo. El BCE ha definido su objetivo de inflación en términos de un índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que debe estar por debajo, pero próximo, al 2 %. Este IPCA se construye en todos los países europeos con criterios homogéneos por lo que el BCE considera que este indicador mejora la transparencia de la política monetaria, dado que es el único indicador de alta calidad suficientemente armonizado en toda la UEM y que se publica todos los meses.

Es importante pues definir el indicador de inflación, porque como muestra el gráfico 1, los distintos indicadores de inflación muestran también diferente evolución de los precios en un mismo país.

En España, el IPC se compone de 5 grupos principales: energía, alimentos no elaborados, alimentos elaborados, industria no energética y servicios, mientras que el IPSEBENE excluye los dos primeros, y recoge el 82,3 % de los precios incluidos en el IPC general. La evolución de ambos, desde 2003, muestra una volatilidad mayor por los precios de la energía. No obstante, la subida de la inflación registrada en 2004 y 2005 se debió a este componente, y en 2006 la inflación general se redujo, como así indicaba la tendencia de la inflación subyacente

https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAASMTYwMztbLUouLM_DxbIwMDS0NDQ3OQQGZapUt-ckhlQaptWmJOcSoAxKkcDTUAAAA=WKE#I5.

Recuerde que...

  • Refleja la situación estructural de la economía del país e indica cuándo se debe intervenir en la economía para corregir la inflación.
  • La medición adecuada de la tasa de inflación y la realización de un diagnóstico adecuado de las tendencias inflacionistas son clave para las autoridades monetarias.
  • La intervención de la política económica es más necesaria cuando la inflación subyacente recoge una tendencia alcista de los precios persistente y duradera.