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jueves, 1 de diciembre de 2011

El tranvia de Parla es una gran equivocación


A las 17.20, el tranvía de Parla ha vuelto a circular tras algo más de 40 horas de parón y un encierro de 26 horas del alcalde de la localidad madrileña, que abandonó su protesta en la sede del Gobierno regional a mediodía "con un compromiso firmado" entre la empresa encargada del mantenimiento, Alstom, y la concesionaria, Tranvía de Parla S.A. Así lo han confirmado a Efe fuentes tanto de ambas compañías, que han precisado que el calendario de pagos se ha cerrado de forma rápida. Lo han firmado esta tarde ante notario y recoge la rescisión del contrato entre ambas compañías. Lo que no ha logrado el regidor socialista, José María Fraile, es un compromiso por parte de la Comunidad de Madrid de ampliar su subvención al servicio.
Fraile abandonó, pasados 10 minutos del mediodía, la trinchera en la que había convertido la Real Casa de Correos, sede del Gobierno de Madrid, en la Puerta del Sol de la capital. "Salgo contento con un compromiso firmado", declaró Fraile, cansado pero con una sonrisa tras poner fin a un encierro que duró 26 horas y media. "Ha merecido la pena el esfuerzo. El tranvía vuelve a estar en la calle", añadió, para explicar que pone fin a la protesta tras haber recibido un correo electrónico en el que Tranvía S.A. y Alstom garantizan que los trenes volverían a circular esta misma tarde por la localidad del sur de la región.
El servicio, que usan 15.000 viajeros al día, estabaparalizado desde el martes por una deuda de 48 millones de euros -un refuerzo de los autobuses del Consorcio Regional de Transportes lo sustituía desde ayer-. Sin embargo, los objetivos con los que Fraile se plató ayer en Sol se han cumplido a medias, ya que no ha logrado que el Gobierno regional aumente la subvención al servicio. "Estoy satisfecho porque hemos conseguido por lo que viene, que el tranvía vuelva a rodar", señaló al respecto. "Lo más importante es emplazarnos urgentemente para hablar de las tarifas", subrayó Fraile, que se iba convencido de que en las próximas semanas se va a sentar con el Gobierno regional a renegociar las condiciones tarifarias. El proyecto del tranvía lo ideó Tomás Gómez cuando era alcalde de Parla y acordó con la Comunidad y el Consorcio de Transportes unas condiciones ahora inviables.
Lo que quiere Fraile no es un parche, sino "un compromiso de estabilidad económica y financiera" para este medio de transporte y "que se subvencione por viajero lo mismo que el metro ligero", que funciona en las localidades del oeste de la región, más acomodadas y gobernadas por el PP. El tranvía recibe 0,19 euros por viajero; Boadilla, por ejemplo, 3,7. "Solo pido igualdad de trato", reiteró Fraile. El consejero de Transportes, Antonio Beteta, se negó ayer a reconsiderar este punto, al igual que la presidenta regional, Esperanza Aguirre. Beteta apostó por mantener un servicio de autobuses alternativo hasta que el Ayuntamiento solucione la deuda. "Con el dinero de todos los madrileños no se puede tapar el agujero de Tomás [Gómez]", insistió Beteta, quien aseguró que se trata de un conflicto entre empresas privadas.
Poco después, Beteta tiraba por tierra las esperanzas del alcalde. El consejero rechazó que el Gobierno regional haya llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Parla para poner en marcha el tranvía. El consejero recordó que la Comunidad de Madrid cumple con su compromiso de abonar el 50% de la tarifa, al que se aferra una y otra vez, y mostró un documento del 30 de enero de 2005, firmado por Gómez, que dice "en ningún caso son competencia del Consorcio Regional de Transportes las obligaciones económicas en materia de inversión de infraestructuras y la única obligación del Consorcio va dirigida a financiar el 50% del déficit entre la explotación y los ingresos por tarifas y por explotación de actividades complementarias. El consejero explicó que "en ningún caso la Comunidad de Madrid dará más dinero porque ya cumple con lo acordado".
Alstom, multinacional a la que no se le ha abonado ni una factura desde que empezó a prestar el servicio en 2008, interrumpió la circulación el martes. El Ayuntamiento debe a Tranvía S.A. 48 millones de euros, y esta, a su vez, 6,5 a Alstom. El municipio, inmerso en una crisis que le ha llevado a despedir a 100 trabajadores, se ha visto desbordado por los gastos de unos trenes que pretendían suplir que Metro Sur -que va a a Alcorcón, Leganés, Getafe, Móstoles y Fuenlabrada- no pasase por Parla. Ayer, Fraile logró un papel en el que se leía que Aguirre se "compromete a garantizar la viabilidad del transporte público". El alcalde frunció el ceño y pidió que se incluyese la palabra "tranvía". Beteta se negó y el alcalde decidió pasar allí la noche.
Llevaba encerrado en la Casa de Correos desde las nueve y media de la mañana de ayer en protesta por la interrupción del servicio y en busca de una solución al problema. Entrevistado a primera hora de la mañana por SER Madrid, contó que pasó "la noche en vela en el patio", acompañado por sus colaboradores -junto a tres concejales, el jefe de gabinete y un conductor- sin acceso a otras dependencias ni a comida. Una vez cerradas anoche las puertas de la sede del Gobierno regional con el alcalde dentro, el regidor de Fuenlabrada, el socialista Manuel Robles, tocó al megafonillo para decir que llevaba unos bocadillos para su compañero, pero no le dejaron pasar.
"Ha sido una noche rápida en la que hemos estado inmersos en internet y en las redes sociales, leyendo las noticias y los mensajes de ánimo", explicó. Su impresión a esa hora era, como así ha sido finalmente, que "la empresa está moviendo ficha" y que el acuerdo era posible y estaba cerca. "Nadie puede para el tranvía porque es de los ciudadanos", sostenía. Tras salir de Sol, el alcalde de Parla fue tomarse un café y a asearse y después volvió a la Casa de Correos, esta vez para asistir a la recepción que ofrecía Aguirre a la una con motivo del Día de la Constitución, donde han estado todos los actores de este drama: Gómez, Aguirre, Beteta y Fraile.

Un camino lleno de baches

1999. Tomás Gómez alcanza la alcaldía de Parla y propone crear un tranvía para unir el centro de la localidad y la estación de Cercanías con Parla Este, un nuevo barrio que acogería a 30.000 vecinos. El Consorcio Regional de Transportes rechaza participar en su financiación porque no lo considera un medio de transporte interurbano.
2004. El pleno municipal aprueba el proyecto (sin el apoyo de IU) y se pone como fecha de puesta en marcha del servicio septiembre de 2006. Se estima que costará 93,5 millones de euros.
2007. Semanas antes de las elecciones que convertirían a Gómez en el alcalde más votado de España, el tranvía comienza a funcionar. Con nueve meses de retraso y un sobrecoste del 40% sobre lo previsto.
2011 En noviembre, Alstom, encargada del mantenimiento del tranvía, da un ultimátum a la empresa concesionaria, Tranvía de Parla, para que pague la deuda: le debe 6,5 millones. Si no paga, interrumpirá el servicio. El Ayuntamiento, a su vez, le debe a esta 48 millones. La empresa rebaja el martes la circulación del transporte al 25%. Ayer deja de circular.

Los cuatro puntos del acuerdo

1- Reconocimiento notarial de la deuda contraída con Alstom por parte de Tranvía de Parla S.A. (Estimada en casi siete millones de euros).
2- Establecimiento de un calendario de pagos para dicha deuda.
3- Finalización del contrato de servicio y mantenimiento entre Alstom y Tranvía de Parla S.A., quien asumirá el servicio de mantenimiento del sistema tranviario en el momento en que se firma el acuerdo.
4- Se establecerá un periodo de transición de dos semanas para el traspaso de las labores de mantenimiento. Alstom prestará su apoyo durante este periodo.
EFE

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