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sábado, 22 de febrero de 2025

La traición de Trump


La traición de Trump


 En el salón del poder y el desconcierto,  

donde se traman pactos en sombras furtivas,  

un hombre alza la voz con tono incierto,  

y su palabra retumba en grietas cautivas.


Trump, en un juego de espejos y fuego,  

marca el compás de un destino sin tregua,  

con un saludo a Putin, en un suspiro ciego,  

mientras Europa tiembla, su fe se ruega.


Una llamada inesperada, sin eco aliado,  

rompe la armonía del viejo bloque unido;  

la diplomacia se quiebra en un pacto errado,  

y el continente observa, inseguro y dolido.


Zelenski, en su trono de lucha y de lágrimas,  

es llamado dictador en retazos de desdén,  

mientras las voces del Este en mil dramas  

gritan: “¡No al trato que nos hace perder!”


Con propuestas que huelen a usurpación,  

se tejen tratos de minerales y poder,  

un precio pagado con la soberanía  

y un futuro que se desvanece sin volver.


Europa, espectadora de un teatro sombrío,  

ve su seguridad en el filo del abismo caer,  

con el peso de decisiones y un frío desvarío  

de una alianza que empieza a desfallecer.


La Casa Blanca, en su danza de intereses,  

traza un mapa de traiciones y de ambición,  

mientras en París, en reuniones y tensos pretextos,  

se clama justicia y se alza la voz de la razón.


En un tablero sin reglas, piezas al viento,  

la historia se escribe con tintes de traición;  

cada palabra, cada susurro, es un tormento  

que fragmenta la paz y erosiona la unión.


Mas en medio del caos y la diplomacia rota,  

resuena el clamor de un pueblo que anhela verdad,  

buscando en la tormenta una ruta remota  

hacia un mañana de justicia y dignidad.


Así se teje la trama de un acuerdo incierto,  

donde el riesgo es moneda y el futuro, un papel,  

y en el eco de decisiones y pactos desiertos,  

Europa clama: “¡No caigamos en su red de hiel!”


Una oda a la cautela, un canto a la unión,  

contra la fragilidad de un trato sin equidad;  

en versos se alza la voz de la razón  

para preservar la paz y la seguridad.

jueves, 20 de febrero de 2025

Trump similar a Putin, gente de poco fiar.

 

Trump similar a Putin, gente de poco fiar.


Sobre el vasto cielo de la incertidumbre,

resuenan ecos de palabras fieras.

Trump señala con su dedo al este,

Zelenskiy responde con voz sincera.


El águila de Occidente ruge,

el oso del norte avanza sin miedo.

Europa en su desvelo duda y urge,

mientras la guerra consume su suelo.


"Dictador", clama el viento en Washington,

"Defenderemos nuestro derecho a existir",

responde Kiev con férrea convicción,

en un campo donde el dolor ha de persistir.


En la sombra de acuerdos inciertos,

se cruzan miradas de fuego y hielo.

Putin y Trump susurran secretos,

Europa calla en su trono en duelo.


Desde Miami, palabras de trueno,

"El tren de la salsa no se detiene".

Pero en Kiev, en medio del invierno,

el pueblo lucha y su voz no cede.


La ONU,  observa la escena, distante,

mientras Australia su firmeza sostiene.

"No venderé mi país", Zelenskiy dice ,

mas Washington insiste y no se detiene.


Los mares de la diplomacia se agitan,

París y Londres buscan un faro.

Macron y Starmer a Washington viajan,

con Europa temblando en su estrado.


En la bruma de pactos inciertos,

la paz es un sueño, la guerra, un abismo.

Mientras el tiempo juega su juego,

la historia repite su mismo ritmo.


Un mes apenas ha pasado,

y el mundo ya siente el temblor.

Las voces se alzan, resuenan los ecos,

¿será la paz o más dolor?


Los líderes se mueven como piezas de ajedrez,

las sanciones se firman, los tratados se rompen.

¿Quién será el rey en este tablero cruel?

¿Quién será el peón que el poder corrompe?


Los ojos del mundo con miedo miran,

las sombras de imperios pasados despiertan.

Las bombas aún caen, las madres aún lloran,

y la historia en sus páginas se reinventa.


Pero aún en la noche de la desesperanza,

las llamas de la voluntad no se extinguen.

En cada rincón de Ucrania en llamas,

el alma de su gente resurge y persigue.


Desde la plaza donde gritan los libres,

hasta la trinchera de un soldado sin nombre,

cada vida perdida, cada lágrima vertida,

serán testimonio, con asombro, de su lucha.


Que el viento de la paz sople más fuerte,

que se cumplan las leyes,

que se apaguen las llamas del odio y la muerte.

Que la historia no cuente con sangre y espanto,

sino con voces de unión en un mismo canto.


 ¿Trump dictador?


 Le llaman, mas la verdad, ¿es dictador?

no es un monarca sin oposición,

es un líder con ansias de mando,

pero aún prisionero de su nación.


Él dicta, impone, ordena y reclama,

pero sus leyes deben ser escuchadas.

No reina en sombras, ni cierra las puertas,

su mando es fuerte, pero no sin cadenas.


Con puño de hierro habla a Ucrania,

con Rusia murmura en un juego incierto.

¿Es un tirano o solo estratega?

¿Es la paz su meta o su desconcierto?


El águila observa, el oso se acerca,

Zelenskiy resiste, su pueblo no tiembla.

La historia decide, la guerra no calla,

¿será la imposición su última batalla?