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sábado, 19 de marzo de 2011

La Unión Europea aprueba un Impuesto sobre sociedades europeo.


Éste es un archivo de Wikimedia Commons, un depósito de contenido libre hospedado por la Fundación Wikimedia.Global_European_Union.svg (Imagen SVG, nominalmente 541 × 541 píxeles, tamaño de archivo: 488 KB)



He leído hoy mismo que el 16 de marzo el comisario europeo de Fiscalidad, Unión Aduanera, Auditoría y Antifraude, Algirdas Semete, presentará una propuesta de Directiva para armonizar el Impuesto sobre Sociedades en los 27 países de la Unión Europea.


El objetivo, parece ser, que radica en que las sociedades que tienen sus negocios repartidos por varios países de la Unión Europea, con este podrían presentar un único impuesto unificado, independientemente de que puedan realizar su actividad en distintos países de la UE.

Este único impuesto se basaría en el cálculo de una única base imponible, posteriormente se repartiría la cantidad pagada por esa empresa entre las Haciendas de los países en los que opere.

Este trámite simplificaría mucho las operaciones de estas empresas, que no tendrían que aplicar un tratamiento fiscal distinto por cada país en el que trabaja.

Este sistema será voluntario de modo que las empresas puedan acogerse a este sistema de manera voluntaria u optar por seguir aplicando el sistema actual, y va a suponer lo siguiente:

- Una simplificación en la gestión del impuesto.

- Cálculo de base imponible única, de modo que las empresas se beneficiarán de la posibilidad de compensar las ganancias obtenidos en un país con las pérdidas en otro al generarse una base común por toda la actividad de la empresa.

- Las empresas pagarán el impuesto de sociedades sobre toda su actividad europea en un solo país y en una sola Hacienda Pública, esa hacienda remitirá al resto de países donde opera la compañía su parte correspondiente de la recaudación.

- Reparto de la Base imponible única entre países. De este modo, se simplifica el cálculo de la base imponible del impuesto, pero no se aplicará un tipo impositivo único para toda la Base imponible, sino que en cada país se seguirá aplicando el tipo vigente en cada uno de ellos, y esa será la cantidad que recibirá la Hacienda de ese país.

- Reparto de la Base imponible entre distintos países: Esta base imponible única se dividirá entre los países en los que la empresa tenga presencia en base a tres criterios: activos, empleo (número de trabajadores y masa salarial) y facturación y de ahí se obtendrá la base que se aplicará en cada país.

- Habrá que realizar un estudio más profundo sobre este reparto sobre la base de estos tres criterios: activos, empleo y facturación.

- Calculo del impuesto: A la base imponible correspondiente a cada país, se le aplicará el tipo impositivo vigente en cada uno de ellos. De esta forma, una empresa domiciliada, por ejemplo, en Irlanda, pagará el 12,5% sobre la base correspondiente a ese país, pero el 34% sobre su actividad en Francia.

- Este sistema, pondrá de manifiesto las diferencias en los tipos impositivos existentes entre los países europeos.

- Sistema voluntario. las empresas podrán acogerse a él de manera voluntaria o bien continuar tributando por el sistema actual.

Podemos leer en cincodias.com que: La nueva fórmula, según los cálculos del departamento de Algirdas Semeta, comisario europeo de Fiscalidad, permitirá a las multinacionales reducir su factura fiscal en 1.300 millones de euros anuales y ahorrarse hasta 700 millones de euros en gastos de tramitación en sus liquidaciones de impuestos.

Este ahorro, supondrá necesariamente una pérdida para ciertos países, y según cincodias.com puede suceder que: “Cabe el riesgo, sin embargo, de que los Estados compensen las pérdidas de ese canal a través de los impuestos indirectos o sobre los salarios, lo que podría repercutir en el poder adquisitivo de los ciudadanos. El propio estudio de impacto de la Comisión reconoce que la propuesta solo generará "ligeras ganancias para el bienestar de la sociedad" frente a los enormes beneficios que reportará a las multinacionales”.

Lo que nos faltaba, España que es uno de los países con tipos impositivos del impuesto sobre sociedades más alto, seguramente para compensar esta posible pérdida tendrá que aumentar impuestos indirectos o aumentar la presión fiscal de las personas físicas, con lo cual, volveremos a pagar otra vez los “platos rotos” los de siempre, los consumidores y los ciudadanos del país.

Malos presagios tenemos.

Un cordial saludos para todos.
Gregorio Labatut Serer

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