Jaume Viñas - Madrid - 19/02/2010
La Organización de Inspectores de Hacienda del Estado denunció ayer la "excesiva" presión que reciben por parte de los directivos de la Agencia Tributaria para incrementar la recaudación por vía de sanciones. Para acceder al bonus de productividad, los inspectores "deberán obtener mayor deuda e imponer mayores sanciones" a los contribuyentes.
La Agencia Tributaria quiere paliar la caída de los ingresos públicos con un incremento desmesurado de las inspecciones y de las sanciones. Esa es la opinión que ayer defendió el secretario general del colectivo de Inspectores de Hacienda del Estado, Francisco de la Torre, quien asegura que los objetivos de recaudación fijados por Hacienda resultan irreales. "Debemos ingresar por actas de inspección un 15% más que en 2009 mientras que el presupuesto de la Agencia Tributaria se ha reducido un 6%", protestó De la Torre.
Un 20% del salario de los inspectores depende de los bonus por productividad, que están ligados al número de actas de liquidación. Ello, denuncian los inspectores, supone una presión para concluir cuanto "antes los expedientes y tratar de obtener la mayor deuda posible". Dicho de otra forma, los inspectores ganan más dinero en la medida que denuncien a más empresas. "Si cito a diez contribuyentes tendré que obtener recaudación en nueve de ellos para cumplir con los objetivos", denuncia De la Torre.
Y defiende que las exigencias de la Agencia Tributaria no llevarán a los inspectores a prevaricar -sancionar a un contribuyente a sabiendas que es injusto- para cumplir los objetivos. Sin embargo, destaca que, en casos dudosos, los inspectores se verán presionados a optar siempre por la vía que más perjudique al contribuyente. Esta situación supondrá, siempre en opinión de los inspectores, un incremento de la litigiosidad y un mayor número de juicios perdidos por parte de Hacienda.
Desde la cúpula de la Agencia Tributaria, remarcan que "aumentar la presión sobre los defraudadores y conseguir que paguen lo que deben supone un objetivo irrenunciable".
Hacienda rechaza las acusaciones
El Ministerio de Hacienda asegura que los objetivos fijados por este año son incluso algo inferiores a los realmente alcanzados en 2009. Además de cumplir con los objetivos de ingresos por fraude, los inspectores, ahora, se ven obligados a realizar más labores burocráticas para acceder a la retribución variable. Por ejemplo, denuncian que deben digitalizar todos los expedientes y colgarlos en un servidor "que la mayor parte de las veces no funciona". Además, Hacienda ha aprobado unos estándares mínimos de calidad que obliga a los inspectores a incorporar la contabilidad de las empresas investigadas en el software de la Agencia o acudir al registro mercantil antes de iniciar un acta.
No realizar todos esos pasos supone perder parte del bonus. Fuentes de la cúpula de Hacienda aseguraron a CincoDías que ese es el motivo real de la protesta. Los inspectores, sin embargo, defienden que no es una cuestión de dinero. Y sostienen que cumplir con todas las exigencias de la Agencia para lograr el bonus de productividad "supondría, en la práctica, una huelga de celo". Por el momento, la organización no se plantea paros "ya que la situación de la economía española no lo permite".
"Nos amenazaron con abrirnos expedientes disciplinarios"
La rueda de prensa que celebró ayer la Organización de Inspectores de Hacienda fue la consecuencia de un largo serial de desencuentros con la cúpula de la Agencia Tributaria. "Nos amenazaron con abrirnos expedientes disciplinarios", aseguran a CincoDías fuentes de inspección que se han movilizado contra los nuevos criterios de retribución variable fijados por Hacienda.
Los inspectores enviaron el mes pasado una carta al director general de la Agencia Tributaria, Luis Pedroche, donde aseguraban que habían dado instrucciones a su equipo para "dar prioridad a las funciones establecidas en la Ley General Tributaria, dejando, por su interés secundario, el cumplimiento formal del uso de determinadas aplicaciones informativas (...)". Es decir, los inspectores rechazan las nuevas tareas burocráticas y administrativas encomendadas. Fuentes de la cúpula de Hacienda, que niegan que se hayan producido amenazas, sostienen que ello supone desobedecer una orden de un superior jerárquico y que, por lo tanto, puede acarrear la apertura de un expediente disciplinario.
La relación actual entre los inspectores y la cúpula de Hacienda es muy tensa. En la tarde de ayer, Pedroche y el director general de Inspección, Carlos Cervantes, se reunieron durante tres horas con representantes de los inspectores sin alcanzar ningún acuerdo.
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