viernes, 30 de septiembre de 2011

La relación entre el déficit, la Deuda Pública y el por qué ahora de tantos recortes

Los número son contundentes: cuanto mayor es el déficit en el que incurre un país más se disparan sus deudas. Sin embargo esto no ocurre al contrario: cuando existe superávit presupuestario (cuando se ingresa más de lo que se gasta) la Deuda no se reduce en la misma proporción de como aumenta cuando hay déficit. El caso español es buen ejemplo de éso y de cómo en un año se pasó del superávit a un déficit igual a dos tercios del acumulado en 15 años (64.159 millones de euros).
Como se puede ver en el gráfico, a medida que varía el déficit (cuando tiene valores negativos se denomina superávit) también varían la Deuda Pública. Se podría decir, de una manera sencilla, que el déficit público es gastar más de lo que se ingresa, por lo que se necesitan prestamos para cubrir los gastos y estos préstamos se acumulan unos a otros año tras año a no ser que se incurra en superávit (como se ingresaría más de lo que se gasta, una parte podría ir destinada a pagar las deudas contraídas en el pasado) por lo que la Deuda Pública, es en definitiva y a grandes rasgos, una acumulación de los déficit de cada año, que o se controlan o cada vez van a más.
España, es uno de los países de la Unión Europea con menor Deuda Pública en porcentaje del PIB, un 60% aproximadamente (Italia o Inglaterra superan el 100%) ¿Entonces por qué tenemos nosotros que hacer todos éstos recortes tan controvertidos si tenemos menos deudas que los demás? Es sencillo: el déficit público se disparó estrepitosamente y a la par la Deuda Pública por lo que en cuestión de poco más dos años pasamos de ingresar más de lo que gastábamos (20.066 millones de euros de superávit) a gastar aproximadamente 100.000 millones más de lo que entraba en la caja. Y en ése periodo la Deuda Pública aumentó un 20%, es decir en un par de años aumentó un tercio, revertiéndose una tendencia positiva de más de 15 años.
En definitiva, los esfuerzos económicos de más de una década que llevaron a la economía española a una situación, más o menos, de equilibrio presupuestario, en cuestión de dos años fueron agua de borrajas. Ése es el “motivo” por el que ahora nos obligan a apretarnos tan severamente en cinturón aun teniendo menos deudas que los demás; “hemos” sido capaces de dilapidar el trabajo de más de una década aumentandoextremandamente rápido nuestra Deuda Pública, un tercio en dos años. De ahí las limitaciones actuales, pues hasta las restricciones impuestas por exigencias de la Unión Europea, la voluntad de aminorar el Déficit Público no eran numéricamente reales pues según lo establecido en los Presupuestos Generales del Estado de 2010 el presupuesto se incremetaba respecto al año anterior un 0,1% (puede parecer poco pero en ése año el déficit era del 11,1% casi el triple de lo permitido por la Unión Europea en Tratado de Maastricht).
Ahora hay que añadir, un par de datos más a la difícil situación española derivada de la escasa contención del gasto público en el pasado y que ha derivado en el in extremis contención del gasto actual, el desempleo. Ésta partida presupuestaria supone cerca de 30.000 millones de euros al año, valor similar al del pago anual de la Deuda Pública. El problema reside en que 5.000.000 millones de desempleados no sólo no dejan de recaudar impuestos para el Estado sino que además son un gran peso económico para éste lo que al final provoca que o se crean puestos de trabajo para que aumenten los ingresos del Estado para reducir el déficit y minorar la Deuda Pública o se realizan recortes drásticos en el gasto público.
Fuente:
BdE

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