sábado, 19 de abril de 2025

El veneno en la palabra

 

I – El Populismo

Populismo viste de pobre elegante,
y alzando la voz se dice sincero,
te ofrece un futuro brillante y radiante,
sin más condición que alzarle el sombrero.

Promete justicia con mano apretada,
te dice "yo soy lo que tú has callado",
y hace de tu rabia bandera sagrada
mientras va ocultando su rostro torvado.

Te dice que el mundo te ha dado la espalda,
y él viene a vengarte con paso valiente,
pero tras su pecho no hay alma que valga,
sólo hay un espejo, vacío y doliente.

Populismo canta con tono de hermano,
pero usa tu herida como escalera,
te aplaude hoy mismo, te pisa mañana,
y siembra su trono sobre tu espera.


II – La Demagogia

Demagogia entra por la rendición
del pueblo cansado de tanta promesa.
Se vuelve doctrina, se llama razón,
y riega la calle con falsa nobleza.

Te dice que el rico es el enemigo,
que el sabio no entiende, que el mundo miente,
y en nombre del pueblo te pone el castigo
de ser sólo masa, jamás diferente.

Sus frases son dulces, su verbo es lisonja,
su causa es grandiosa, su meta es el grito,
pero tras sus gestos, la patria se afloja,
y el pueblo que sueña termina marchito.

Demagogia arrasa como mar de espuma,
y deja en la orilla papeles y sangre.
Promete justicia, reparte la bruma,
y manipulan al que piensa con voz grave.


III – La Muerte de la Libertad

Populismo y demagogia, de mano unidas,
se visten de pueblo, se cuelgan la gloria,
y escriben a gritos en almas rendidas
la página falsa de nuestra memoria.

Donde ellas gobiernan no hay libre albedrío,
ni hay pensamiento que no sea censura.
Se impone el aplauso, se exilia el arbitrio,
se mata el debate, se ahoga la cordura.

La libertad muere por aclamación,
sin cárcel, sin rejas, sin látigo afuera,
sólo con aplausos, con manipulación,
con pan y mentiras ahora,
sufragada con deudas,
matando el futuro,
de la próxima generación.

Y así la democracia, vestida de duelo,
camina sin alma, sin voz ni justicia.
La patria que amaba se mira en el suelo,
vendida a discursos que matan la independencia.



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