martes, 12 de agosto de 2025

Al empresario

"Copla del Sudor Callado"




“Muchos miran al empresario

como al lobo de la sierra,

que amenaza el vecindario

con sus garras de guerra.”



Otros dicen que es la vaca

que da leche sin cesar,

y la exprimen sin pausa

ni pensar en su penar.



Pero vida mía, pocos

ven a este con respeto,

y se ata cada día al yugo,

 para lograr su invento 



Es toro que no embiste,

que no ruge ni se queja,

pero al peso que resiste

se le quiebra la coraza.



No le cantan sevillanas,

ni le aplauden su sudor,

pero sufre las mañanas

con la angustia del error.



No se queda en la idea,

ni la deja marchitar,

que la sigue noche y día

hasta verla levantar.



Si en el monte hay maleza

o el camino es puro azar,

va arrancando las espinas

pa’ poderla coronar.


No se asusta de la pena,

ni del trueno ni del mal,

si tropieza, se levanta

y vuelve a caminar.


Bien sabe que no es de pronto

cuando el cielo quiere dar,

que la espiga pide tiempo

y el amor pide esperar.


Pone el oro de su bolsa,

pone el alma y su pensar,

pone el pulso de su sangre

y no para aunque a nadie agrade.


Y al final, cuando la obra

luce grande y sin igual,

se emociona y da las gracias

por poderla levantar.


¡Ay, si pierde la cosecha!

¡Ay, si el banco no aplaza!

¡Ay, si el pueblo lo desprecia

aunque el pan de él brota!



Que si gana, es un bandido;

que si cae, nadie está;

le devoran el latido

y le piden mucho más.



Y en las noches de desvelo

cuando nadie quiere estar,

sólo él mira hacia el cielo

con la luna por fiscal.



Tiene el alma hecha de fuego,

las entrañas de metal,

y su paso, firme, es trueno,

es el último en cobrar el jornal.



Tiene amor por lo que crea,

tiene orgullo sin alarde,

y aunque el mundo lo abuchea,

sabe andar con paso grande.



Va tirando de la vida

como un toro entre sombras,

y su pena va escondida

bajo un gesto de galán.



Que lo miren con respeto,

que no es lobo ni es traidor;

va al yugo con el trabajo,

es quien contrata al trabajador.